«Busco romper con las interpretaciones sesgadas de la mujer en la sociedad»

-¿Cómo ha planteado la exposición 'Irreverente' y de dónde surge esta propuesta?

-Es una muestra de arte contestatario. Tengo bastante clara mi voz como artista que tiende al cómic y al arte urbano, a través de los cuales he estado explorando mi voz en el activismo sociopolítico. En 2018 viajé a Bruselas con el programa de nuevos emprendedores y fue allí donde empecé a implicarme aún más en mi faceta como activista. Participé en un encuentro que se celebró en el Parlamento europeo en el que se abordó la cuestión de qué podemos hacer para construir una escuela más diversa e inclusiva. Una de las cuestiones que se planteó allí fue cómo añadir y dar visibilidad a referentes más diversos, porque hay una ausencia total de ellos.

-¿Cómo le influyó dicha experiencia?

-En ese momento estaba desarrollando mi proyecto empresarial y empecé a desarrollar una iconografía que tiene que ver precisamente con contestar a esa carencia de referentes diversos, a la representación sesgada de mujeres y hombres en el imaginario colectivo. Una de las ideas sobre las que está construida 'Irreverente' es el hecho de que el simbolismo es importante en la construcción de una sociedad porque los individuos y las sociedades miramos el mundo de maneras imaginarias y simbólicas.

-¿Cómo ha planteado la construcción de esos «referentes diversos»?

-Inicié el desarrollo de un cómic cuya protagonista es la mujer, precisamente como respuesta a sus representaciones sesgadas en la ficción y en el imaginario colectivo. En la ficción y en los discursos siempre hay una tendencia hacia un discurso masculino, heterosexual y blanco. Por eso mi objetivo se centró en dar visibilidad a cuerpos diversos, a personas racializadas, a personas con una funcionalidad que no es la normativa, personas trans y del colectivo 'Lgtbiq'... Lo planteo desde un prisma femenino, desde una voz de mujer, en las que pongo el foco aunque también hay una visión de los hombres. Es un planteamiento que no es excluyente, sino que intento ser inclusiva.

-¿Cuáles son las claves o las bases de su discurso artístico?

-Trato de huir del discurso excesivamente formal, hablo más desde la cotidianidad, de cuando acudes a una institución, de cómo responden desde las instituciones y cómo nos relacionamos con ellas. Existen ciertos patrones que se repiten y creo que es en ellos donde nos podemos reconocer.

-¿Cuál es su objetivo final?

-No pretendo transmitir que sea yo quien maneja la verdad, en absoluto. Planteo mi obra más bien como un diálogo, que en mi caso parte de mi propia experiencia personal. Hablo de realidades que he vivido, no de realidades ajenas o generalistas. Muchos de los contenidos del cómic e incluso del cartelismo parte de esas experiencias y de aquello que me importa. Son reflexiones, y lo que me interesa es que cuando el espectador entra en contacto con ellas salga de su zona de confort y trascienda su actitud pasiva para empezar a ser un individuo más activo. Incluso el arte urbano va de eso.

-¿En qué sentido?

-Cuando haces una obra o un grafiti, o cuando cuelgas un cartel en la calle que no tiene que ver con la publicidad, sino que es una imagen que te obliga a replantearte las cosas. Ese es el desafío que afronto en mis trabajos, el fomento del pensamiento crítico. Trato de que el espectador se relacione con su entorno de una forma más activa.

-Partiendo de esas premisas, ¿cómo ha planteado esta exposición?

-Las obras pueden clasificarse en diferentes apartados centrados en el cómic, el mural, el cartelismo y la escultura. La muestra está planteada con una estética que bebe y es heredera del arte de la resistencia antisistema, que en el cartelismo por ejemplo entronca con la propaganda política. En ese sentido las esculturas tienen esa herencia iconográfica del grafiti, no solo por la forma sino por el mensaje que trasladan.

-La iniciativa forma parte del programa 'Comisariado 2021'. ¿Cómo la valora, en especial en un contexto de profunda crisis como el actual?

-Es muy necesario dar visibilidad a la cultura, que parece que en las situaciones de crisis siempre se queda la última, como si no fuera algo de primera necesidad. La cultura contribuye a nuestro bienestar personal. Seguramente todos hemos llevado mejor esta crisis gracias a la música, a la literatura, al cine, a los cómics y al arte. Muchas veces se olvida que la cultura es un bien esencial y creo que es necesario reivindicarlo. Es muy positivo que programas como éste den visibilidad a los artistas, sobre todo a los emergentes, que no tenemos una gran plataforma para darnos a conocer.