«La búsqueda de una nueva realidad siempre implica un desgarramiento»

Un doble acto con los lectores cántabros en los que, además de presentar esa historia de amigos, exilios y Cuba, que narra en esta última publicación, también incluyó una mesa redonda: 'La escritura de Leonardo Padura', en la que participaron los compiladores del texto, Stephen Silverstein y Rafael Acosta -que intervino telemáticamente al encontrarse residiendo en Cuba-, además de Ana María González, colaboradora en esta obra.

Algo cansado porque había iniciado a las 4.30 horas el viaje a Comillas donde apenas permaneció el tiempo que duró la presentación antes de iniciar, en Madrid, esa gira por Europa, el autor de 'El hombre que amaba a los perros' tuvo tiempo para atender a los periodistas y dirigirse al público que llenó el aula del Centro Universitario donde se desarrollaron ambos actos.

A los primeros les habló de ese nuevo libro de Mario Conde, una historia que, tal y como contó, se desarrolla en dos tiempos: «En el año 2016 alrededor de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la isla de Cuba y en el año 1910 con la historia de un famoso proxeneta cubano, Alberto Yarini y Ponce de León, que falleció a los 28 años de cinco impactos de bala».

El público tendrá la oportunidad de reencontrarse con este policía cubano, que bebe ron, lee literatura cubana, quiere ser escritor, compra libros de segunda mano y tiene una novia que vive en otra casa. Pero, si algo sostiene al personaje, tal y como reconoció ayer su creador «son los amigos que beben y son tan desastrosos como él» y es que para el escritor la amistad es un sentimiento casi más importante que el amor, tal y como se refleja en 'Como el polvo en el viento', la obra que le trajo a Cantabria. «Vivir sin amistad tal vez sea posible, pero sería una vida muy incompleta porque los amigos son complementarios en muchos sentidos», señaló.

Otro de los temas que fluyen en esa novela, que publicó en el año 2020, es el exilio, una situación a la que se ven abocados muchos de sus compatriotas y que el aborda de múltiples maneras según los distintos personajes, ese grupo de amigos, que pueblan la novela. «A lo largo de su trayectoria un escritor va escribiendo de los temas que rodean a su vida. Milán Kundera decía que nadie se va del sitio del que es feliz y por eso yo creo que cuando se busca una nueva realidad, de alguna forma se recrea una situación dramática y que el exilio siempre implica un desgarramiento».

En esta novela, «muy visceral que tiene que ver con la vida» tal y como él mismo reconoció, se cuenta la historia de un grupo de cubanos que ha sobrevivido a un destino de exilio y dispersión en Barcelona, en el extremo noroeste de Estados Unidos, en Madrid, en Puerto Rico y en Buenos Aires. En el trauma de la diáspora y la desintegración de los vínculos, la narración es sobre todo «un canto a la amistad, a los invisibles y poderosos hilos del amor y las viejas lealtades», algo que, como le ocurre a Mario Conde o a Fernando Terry, el protagonista de otro de sus títulos, 'La novela de mi vida', es fundamental en su obra.

Fue precisamente en 'La novela de mi vida', publicada hace ya 20 años la primera en la que abordó ese tema del exilio, aunque en aquella ocasión, tal y como recordó abordaba el exilio desde una perspectiva cultural, a través de la vida del poeta José María Heredia. En 'Como polvo en el viento' esa búsqueda de una nueva realidad está más centrada en una generación de cubanos que en el llamado Periodo Especial (1991) se vio obligada a salir de la isla, «incluso algunos que nunca habían pensado en hacerlo», por la situación de crisis. «Mudarse de país implica aprender códigos que son muy diversos y los inmigrantes, normalmente, tratan de reproducir su vida en el nuevo escenario al que llegan», dijo y puso como ejemplo los barrios chinos que existen en todo el mundo.

Luego, claro está, se pueden vivir distintos tipos de exilio tal y como les ocurre a los personajes de su novela. Están los que no olvidan ni un solo día su país o los que se sienten más del lugar del acogida que los propios nacidos allí.

Y un último apunte de la novela. Tres de los personajes principales son mujeres, «y ponerme en su piel ha sido lo que más me ha costado de toda la narración», reconoció.

El autor hizo un balance positivo de la acogida que ha tenido este libro entre el público, sobre todo porque ha sido capaz de influir sentimentalmente en los lectores. «Para mí es muy satisfactorio cuando alguien me dice que leyendo mi novela ha aprendido algo sobre su propia vida que no conocía, y esto me ha ocurrido mucho con 'Como polvo en el viento' y también con 'El hombre que amaba a los perros'», expuso.

En cuanto a la actualidad de su país, Padura lamenta que es «muy complicada» pues la pandemia, que ha provocado aspectos adversos en todo el mundo, se han visto «agravados» en Cuba con el cierre de la industria turística y el endurecimiento del embargo norteamericano a la isla durante el mandato de Donald Trump.

Esto, según afirmó, «ha provocado una situación económica muy difícil, porque faltan muchos artículos de primera necesidad y la gente tiene que vivir pendiente día a día de cómo encontrar lo que necesitan para vivir», relató el autor, que espera que la situación mejore en un futuro pero desconoce «cuándo empezará a correr ese futuro. Sé que el presente va a ser bastante largo».

Lo mismo desea -un presente corto- de la invasión de Rusia a Ucrania, «que haya una solución rápida a ese conflicto y que no se extienda, cosa que no sabemos todavía si puede suceder», porque del presidente ruso, Vladimir Putin, Padura opina «lo peor».