El Café de las Artes estrena 'El arte secreto de los gusanos', una obra sobre la «búsqueda existencial»

Reconoce que conforme va ensayando la obra «compruebo que todos vivimos momentos en los que nos damos cuenta de que no estamos dónde deberíamos estar. Unos momentos que más que de crisis existencial son de búsqueda existencial. Una necesidad de encontrar un sentido más allá de lo que vemos», destaca y todo eso se refleja en este espectáculo «porque el público va a presenciar un espectáculo» en el que según se destaca en un momento: «Todo es desorden. El orden es solo apariencia. Un decorado». Y es que de alguna manera, este personaje está continuamente buscando más allá de ese decorado.

Es una obra en la que se pierde el sentido del tiempo, que tiene un punto de intriga y en la que su protagonista también, y de alguna manera, se enfrenta a la muerte, «porque quizás todos estos espacios que mostramos son antesalas y cada uno puede interpretar ahí a qué tipo de muerte se enfrenta. Porque lo cierto es que para que nazca algo nuevo, algo tiene que morir primero», explica.

En lo que respecta a lo puramente escénico, 'El arte secreto de los gusanos' tiene bastante texto, pero también una poética visual bien interesante que a Trueba a veces le recuerda a los trabajos de David Lynch. El espectáculo se divide en tres actos y aunque hay muchísimo texto es en el último en el que se desarrolla un gran trabajo corporal.

La obra, que hoy se muestra al público por primera vez, pero que se volverá a representar mañana, sábado y el domingo, porque Alicia Trueba sostiene que para que un espectáculo vea la luz como tal tiene que representarse al menos en tres funciones seguidas, es un regalo, «un lujo» porque Anthony Mathieu la ha escrito pensando en ella y exclusivamente para ella. «Este es un personaje muy especial para mí y posiblemente uno de los más importantes de mi trayectoria. Me considero muy afortunada de poder trabajar con él en varias creaciones y en distintos periodos a lo largo de los años. Me permite experimentar y profundizar en todas las capas de una mujer que se busca así misma y que ahora, ha atravesado ya el mundo de lo real y lo cotidiano y quiere, como en la obra de Sartre, dejar atrás esos decorados en busca del alma. Quiere comprobar que es lo que hay detrás de la carne, de la sangre y de los huesos y de ahí el título porque cuando ya no queda nada, cuando ya no queda un cuerpo donde esconderse... Ahí está el alma».

Ese regalo de Anthony Mathieu, que en la actualidad está apoyado como dramaturgo por el Centro Nacional de Teatro Francés Artcena, es también un reto para Alicia Trueba como intérprete pues es la primera vez que se enfrenta a un monólogo. «Un reto», asegura.