'Calabobos', la nueva novela del cántabro Luis Mario, funde palabra y paisaje en su desembarco nacional

Luis Mario ha publicado las novelas 'El rastro que dejan las gotas' (autopublicada, 2019), 'Cadencia de estornino' (Salto de página, 2021) y 'Bello trozo redondo de mar' (Sr. Scott, 2023). Trabajó durante años como creativo publicitario para marcas como Nike, Audi y Unicef, pero lo dejó todo para viajar por el mundo y escribir la que fue su primera novela. Como refiere en su trayecto vital que refleja la editorial, el autor también impartió clases de inglés en un campo de refugiados sirios en Grecia y montó una biblioteca en un pueblo de Camboya. Actualmente está afincado en Cataluña, donde ha vuelto a ejercer como «creativo publicitario autónomo y donde imparte y comparte un taller de escritura con sus vecinas».

Ante su nueva novela, salto cualitativo en su proyección nacional y en la propia apuesta de voz y estilo del escritor, se subraya que «han tenido que pasar varios años para que Luis Mario se diera cuenta de que vivía empapado y, una vez seco, ha podido escribir sobre la Mujer Oso, el Hombre Pez, mujeres que amamantan a perros, hombres que destripan vacas y vacas que caen al mar. Sobre Mariuca y Nanda La Chona, infusiones que todo lo matan, percebes con el sexo descomunal, gorriones que brotan de la tierra, vainas llenas de dientes, viejas que se alimentan de críos o un feto dentro de un mejillón».

Calabobos

• Autor Luis Mario

• Editorial Reservoir Books

• Páginas 176

• Precio 18,90 euros

El estilo, la voz introspectiva y las voces hacia fuera componen una partitura de criaturas a la intemperie y de relatos inmersos en una búsqueda, que es la propia del narrador y de su vínculo con el lenguaje.

De forma lineal, ajustándose a la trama cabe citar a un protagonista «rodeado de paisajes bellos a la par que violentos» que, a través de una «oralidad descarnada, maleducada y un cántabru tosco y fiero», habla de la «brutalidad silenciosa de un pueblo desamparado, que cala poco a poco en su gente sin que ni siquiera se den cuenta, mientras trata de encontrar a su hermana antes de que llegue la pleamar».

El protagonista, cuya identidad permanecerá sin nombre, es un personaje marcado por las pérdidas. El pasado y lo desconocido, el viaje interior y la aventura introspectiva. Una novela sostenida, impregnada de «oralidad y de cántabru para poner voz a aquellos que, como el protagonista de esta historia y su familia, habitan en los márgenes, en un mundo entre mar y montaña donde los relatos que circulan revisten de magia y poesía a una realidad, a menudo, demasiado dura». En la construcción de la ficción asoman los límites entre lo verídico y lo inventado, casi difuminados, y crecen las historias, esas narraciones espontáneas que configuran la mitología mientras suenan y afloran los rumores y los secretos. Memoria y melancolía son los pilares de esta edificación entre la exploración y la indagación, el pasado y el presente, el relato y la realidad, en la que el autor parece haber cerrado un círculo entre su novela fundacional y este significativo paso adelante desde la solidez de su escritura.