«Cantabria experimenta una explosión de compañías de danza contemporánea profesionales»

Este es el tercer volumen de una trilogía incluida en la colección 'Artes y oficios de la escena'. Un proyecto coordinado por la vicepresidenta de la Academia Rosángeles Valls, la académica y editora de la publicación Carmen Giménez-Morte y la delegada de la especialidad de danza Alicia Soto que, tras la publicación de dos entregas anteriores, desea dar visibilidad a las compañías y los profesionales recién incorporados a la profesión. Los nuevos planteamientos de interdisciplinariedad entre géneros, estilos y técnicas, de investigación en la práctica artística, de puesta en valor de la labor social, educativa y del bienestar de la danza, son solo una muestra de la gran actividad de este periodo (2008-2020), año de la pandemia, en la que todavía estamos inmersos. «Se trata de otear otros cuerpos en escena con la danza integrada, nuevos campos a explorar hacia todas direcciones y territorios imaginables», tal y como señalan desde la Academia de las Artes Escénicas de España.

Martín-Horga que ya participó junto con Alicia Gómez-Linares en la segunda entrega de esta colección, 'Historia de la danza contemporánea en España ( De las celebraciones de 1992 a la crisis de 2008)' explica que, su trabajo en esta ocasión ha consistido en recopilar los principales acontecimientos relacionados con esta disciplina en la última década en relación a la programación, la formación y el trabajo realizado por las compañías y, sobre todo, su profesionalización.

Gómez-Linares ya se había encargado de lo referente a esta región en la primera entrega que, llevaba por título: 'Historia de la danza contemporánea en España: De los últimos años de la dictadura hasta 1992' y que se publicó en el año 2019.

Al respecto de la situación en Cantabria en la actualidad, Martín-Horga, que también bailarina y profesora de danza con su propio estudio, reconoce que desde 2008 hasta la aparición del covid, «ha habido una explosión de compañías más pequeñas, incluso a veces unipersonales, que están intentando profesionalizarse o vivir de la danza contemporánea. Algo que anteriormente también existía, pero casi siempre ligadas a una escuela y al ámbito formativo».

Otra de las tendencias en la danza contemporánea en Cantabria es a que cada vez, con mayor frecuencia, los espectáculos se ofrecen en salas pequeñas. «Aquí estábamos acostumbrados a ver a grandes compañías de distintos países del mundo que llegaban para presentar sus montajes en los grandes espacios. Compañías muy famosas con muchos bailarines. En cambio, ahora hay más programación, pero con grupos más pequeños. Se va cada vez más a los pequeños formatos. Algo que en los últimos meses probablemente esté relacionado con las retricciones sanitarias del covid», señala. Así, según indica, «muchos programadores apuestan por pequeñas salas como pueden ser la de Escena Miriñaque, la Teatrería de Ábrego o el Café de las Artes».

La publicación se presentará próximamente en distintas capitales del país.