Cantabria rinde homenaje a Kathleen López Kilcoyne, una enamorada de la vida y del teatro

Nacida en Santander en 1964, Kathleen López Kilcoyne comenzó su andadura profesional como actriz y técnico en distintas compañías de teatro independientes de Cantabria. Su pasión por el teatro le llevó a Madrid donde acabó convertida en una gran gestora. Desde 1992 hasta el año 2000 fue responsable del departamento de distribución de Pentación Espectáculos y tras este período, asumió la gerencia de diferentes entidades como son el Teatro Abadía, el Centro Dramático de Aragón y la Escuela Cristina Rota. En el año 2005 se incorporó nuevamente a Pentación Espectáculos como subdirectora de la productora teatral y del Teatro Bellas Artes. Pero los que la conocieron -falleció en Madrid en septiembre de 2018- recuerdan que ella hacia de todo, desde labores técnicas, tramoyista, meritoria... incluso fue representante de Fernando Fernán Gómez, con el que acabó labrando una gran amistad.

En aquellos años afianzó también una estrecha relación con la productora teatral Begoña García, fundadora de Hilo Producciones. Años antes habían coincidido en una de las compañías teatrales en las que Kathleen López Kilcoyne inició sus pasos como actriz. «Era tan divertida», asegura. Luego se reencontraron en Madrid en una época en la que la recuerda muy centrada en el trabajo y al tiempo «como una gran fuente de vida». Una profesional, muy buena negociadora, a la que también le gustaba disfrutar de los amigos y de la vida, señala. Precisamente, Begoña García produce la gala teatralizada que se ofrece esta tarde en el Palacio de Festivales que dirige Sandro Cordero y que representará la compañía de Anabel Díez.

Durante esos inicios en Cantabria como actriz pasó por varias compañías: Caroca, Variedad del Cantábrico, Ábrego... El director y fundador de esta última Pati Domenech destaca «su gran entusiasmo e ilusión» en todos los proyectos que abordaba. «Era una actriz intuitiva y con un encanto que trascendía tanto en el escenario como fuera de él».

Sin embargo, el gran logro de su carrera fue en la gestión teatral. Un trabajo que le permitió codearse con los principales actores, directores y autores teatrales del país con muchos de los cuales mantuvo una buena relación más allá de lo laboral. La periodista Gema Agudo, directora general de Acción Social del Gobierno de Cantabria, fue una de estas con las que más allá del trabajo mantuvo una amistad. La recuerda como «una persona muy tenaz a la que siempre encantó su trabajo y que tuvo la suficiente sabiduría como saber reinventarse», explica. Era «alegría pura» y «tenía una gran capacidad para afrontar los problemas que iban surgiendo», dice.

Más allá de lo profesional, 'Kitty', que es como la conocían todos sus amigos y compañeros, era también una mujer extremadamente familiar. De madre irlandesa y padre santanderino, fue la quinta hija de los seis que tuvo el matrimonio «y la pequeña gran bomba de relojería de la casa» tal y como la describe su hermano Fico López Kilcoyne. De ella recuerda su alegría, su pasión por todo lo que hacía y sobre todo su gran energía, «que nos contagiaba a todos».

Mujer luchadora, su gran talento fue fruto de su tenacidad. «No descansaba, era capaz de estar por la mañana en una recepción con el Rey y por la noche ponerse unas botas de agua y bajar a los sótanos del Teatro Latina», rememora el hermano

La que fue su pareja durante 23 años, la actriz Ana Labordeta, que recogerá el premio esta tarde, asegura sentirse «una privilegiada por haber podido compartir con ella estas décadas». Un tiempo de aprendizaje común, «en el que nos apoyamos mucho, en el que discutimos como cualquier otra pareja y en el que nos divertimos muchísimo también».

Labordeta asegura que a 'Kitty' «amaba la vida aún más que al teatro» y que «aunque la hubiera dado cierto pudor todo este reconocimiento, ahora mismo estaría dando saltos irlandeses de felicidad».