Elena Bargues: «Los cántabros no se lo pusieron nada fácil a los franceses»

-¿Qué historia va a encontrar el lector en 'El encargo del maestro Goya'?

- La de los hermanos Velarde que, en plena Guerra de la Independencia, vienen a Santander a hacerse cargo de una herencia. Una de las tres hermanas, que además es sordomuda, es alumna de Goya, y el maestro la hace un encargo relacionado con un cuadro.

-¿Cuál es el origen de este libro?

-Me di cuenta de que hay un gran vacío en el conocimiento de lo que pasó en esta región durante la Guerra de la Independencia, así que decidí centrarme en ese periodo.

-¿Está basada en hechos reales?

-Existe un cuadro, 'Santa Casilda' de Francisco de Zurbarán, que hoy forma parte de los fondos del Prado y que tiene una historia muy curiosa. Se cree que, por sus medidas y su temática, pertenecía a una serie de santas que pintó el maestro para el Hospital de la Sangre de Sevilla y que formó parte del pillaje napoleónico. Desapareció del hospital y se desconoce su paradero hasta que reaparece inventariado en 1814 en el Palacio Real, en la Sala de la Chimenea. En 1828 pasó a formar parte de la colección del Prado. Inspirada en el periplo de ese cuadro, mi ficción parte de una propuesta de Goya a su alumna más aventajada, que falsifique un cuadro de Zurbarán. La trama y los personajes principales son inventados, pero por el libro aparecen otros que sí existieron y que tuvieron una gran importancia en ese momento histórico.

-¿Cómo maneja esa combinación de personajes reales con los inventados?

-Antes de contestarte debo decirte que yo nunca he ido a un taller literario ni tengo ninguna formación como escritora. Se puede decir que soy una autora tardía porque nunca se me había ocurrido publicar un libro hasta que un vecino me pidió que le corrigiera un texto. Entonces caí en que yo también podía escribir. Pero claro, no sabía cómo se hacía, así que hice una línea de tiempo y desde ella empecé a construir los personajes. Así fue como escribí mi primera novela, 'El asalto de Cartagena de Indias', y he repetido el patrón en los libros posteriores. Una vez decidí en qué año quería ambientar esta historia y tuve esa línea de tiempo, me di cuenta de que en ese momento llegó a Santander el general de brigada Barthélémy, un militar déspota y cruel que es ideal como antagonista de cualquier libro. Luego surgieron el resto de personajes.

-Hablemos de ellos. La heroína de su nueva novela es una joven sordomuda. ¿Cómo nació?

-Por casualidad. Fue una consecuencia y una necesidad de la trama. Goya, que como sabes sufría sordera, no tuvo discípulos, así que pensé que sería más creíble si su alumna sufriera la misma limitación que él.

-Y de los personajes reales, ¿cuál destacaría?

-Pues destacaría a uno que no es de los principales en la novela, pero que me parece vital en ese momento histórico en la ciudad y que por desgracia está muy olvidado. Se trata de Bonifacio Rodríguez de la Guerra. Fue alcalde en funciones durante la ocupación francesa. Un cargo que no buscó y que se vio obligado a desempeñar por la huida de la corporación municipal a la llegada de los franceses. Estaba en Santander por casualidad cuando el obispo Menéndez de Luarca le encargó la municipalidad y le entregó la Capitulación de la ciudad antes de huir. Durante los tres años que duraron los combates luchó mucho e impidió que los franceses quemaran la ciudad como solían hacer si no conseguían lo que querían. Cantabria le plantó cara a los franceses y se lo puso muy difícil, sobre todo en las zonas de interior. Los puertos de la región, a causa del bloqueo de los ingleses, cayeron pero nunca lograron entrar en las zonas rurales.

-Decía antes que se trata de un periodo histórico desconocido en Cantabria. ¿A qué se debe?

-Tengo que puntualizar que existen muchos estudios publicados sobre esa época y de hecho me he basado en libros editados por compañeros de la Universidad de Cantabria, sobre todo el de Rafael Palacios, profesor de la Facultad de Historia. Pero no creo que fuera de estos círculos, el ciudadano o el lector de este tipo de novelas conozca lo que ocurría en ese tiempo en su ciudad. Mi manera de divulgarlo es con la ficción, porque creo que las novelas históricas sirven para hacer más digeribles estos acontecimientos y que personas, que a lo mejor no se leerán nunca un ensayo, puedan conocer un poco mejor su pasado.

-¿Es por eso por lo que se decidió por el género de la novela histórica y no otro?

-Por eso y porque soy licenciada en Historia. Cuando me decidí a escribir pensé que tenía que hacerlo sobre algo que conociera y salvo una novela, 'Tú como el viento sur' ambientada en 2010, el resto de mis obras se desarrollan en distintos periodos. Además en Cantabria tengo a mano muchísima documentación tanto de mis compañeros de la Universidad de Cantabria donde estudié como en otros lugares como el Centro de Estudios Montañeses. Así se me ocurrió esta serie de 'Santander Novelada', con la esperanza de que tal vez sirva, además de para entretener, para que la gente conozca mejor su historia.

-¿Está preparando ya una nueva aventura?

-La tengo en mente y todas las fuentes a mi disposición, pero aún no he empezado a escribirla.