Secciones
Servicios
Destacamos
La Villa Quijano, un palacete de vacaciones diseñado por el arquitecto catalán Antonio Gaudí para Comillas, quiere que le pongan la etiqueta de 'Patrimonio de la Humanidad' de la Unesco, organismo dependiente de la ONU. Este título, aparte de respaldar oficialmente sitios de importancia cultural ... o natural excepcional, sirve para obtener financiación para su conservación de un fondo especial. Más conocida como El Capricho, la casona comillana aspira a hacerse con esta calificación dentro de un paquete, junto a otras cinco obras de Gaudí ubicadas en España. Son estas: el Museo Casa Botines de León, el Palacio Episcopal de Astorga (León), la Catedral-Basílica de Santa María de Mallorca, la Torre Bellesguard y el Colegio Teresiano de Barcelona.
La promotora de la idea es la Universidad Politécnica de Barcelona, que le ha encargado a la Cátedra Gaudí de su Escuela Superior de Arquitectura que evalúe todos los edificios citados. El objetivo es que todos formen parte de una segunda ampliación del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco con creaciones del catalán. Según ha explicado la institución académica, por el momento, las seis entidades titulares de las obras concretas han firmado un protocolo de intenciones en favor de esta declaración. De lograrse, todas las construcciones del arquitecto, del que se conmemora en 2026 el centenario de su muerte, serían Patrimonio de la Humanidad al hilo de la efeméride. Hasta el momento, se refugian bajo ese paraguas protector de la ONU (Organización de Naciones Unidas) el parque y el palacio Güell, la Casa Milá, la Casa Vicens, la obra de Gaudí en la fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la cripta de la Colonia Güell.
El Capricho de Comillas es un ejemplo claro de diseño modernista que fue construido entre 1883 y 1885 bajo la dirección de Cristóbal Cascante, ayudante del profesional de Reus. Es una de las contadas creaciones que Gaudí planificó para fuera de Cataluña y la hizo por encargo del indiano Máximo Díaz de Quijano.
El estilo del palacete se encuadra en su etapa orientalista y, desde que se pudo habitar, ha pasado por varios manos. En 1969 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) pero, aun así, tras la Guerra Civil española estuvo algunos años abandonado. Hoy pertenece a una empresa japonesa, Mido Development, que la adquirió en los años 90.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.