Secciones
Servicios
Destacamos
Granada, Torrevieja, Málaga, Logroño… Carteles de todo vendido se acumulan en la temporada de Sara Baras (El Puerto de Santa María) Una gira «superbonita» con su último espectáculo, 'Alma', que fusiona bolero y flamenco y que tiene como destino Santander este sábado, con entradas agotadas, ... un lugar al que le hace «ilusión» regresar, donde tiene amigos, un teatro, el Palacio de Festivales, que le gusta y donde, además, recibirá el primer premio 'La Capitana', en recuerdo a Carmen Amaya, una de sus figuras clave.
–¿Qué importancia tiene el legado de figuras como Carmen Amaya para las artistas actuales?
–Es importantísimo. Es una de mis pasiones esta maestra, Carmen Amaya, y para mí es un honor recibir este premio. Ya tenía ganas de volver aquí, sabíamos que se han agotado las entradas y además el aliciente de este premio, es un regalazo. Es recordar a una mujer tan importante en el flamenco, que nos ha abierto las puertas del mundo al baile. Siempre tengo mi homenaje y mi recuerdo a quienes tuvieron tanta influencia para mí. Paco de Lucía, Camarón, Antonio Gades, Morente y, claro, ella. Recibir 'La Capitana' me parece muy emocionante y me siento muy agradecida.
–Este último espectáculo, 'Alma', también mirada al pasado
–Sí. 'Alma' trata de fusionar géneros y lo hace también con el pasado y el hoy. Saber vivir el recuerdo desde el hoy, compartirlo y sentirlo ahora, hace que sea una fusión muy bonita. 'Alma' une melodías de siempre del bolero con palos de siempre del flamenco, pero interpretado y coreografiado por artistas de hoy. Y poder compartirlo hace que genere algo muy bonito.
–La influencia flamenca le llegó de su madre y el flamenco de su padre. ¿Qué importancia tuvo su apoyo en su carrera musical?
–Muchísima. Ellos me enseñaron a entregar el cien por cien de lo que soy, a luchar por mis sueños, a amar el mundo del arte. Ella fue la parte flamenca. Él era un enamorado de los boleros y eso ha dado más sentido al agradecimiento que siento hacia ellos, pudiendo hacerlo realidad a través del baile. Puedo encontrarme con su alma en el escenario.
–¿Cómo eligió las piezas que conforman el espectáculo?
–Lo primero fueron los boleros que para mi padre fueron sus favoritos. Había más, pero no podíamos hacer un espectáculo de dos días. Nos reunimos Keko Baldomero y yo para poder fusionar los que tuvieran un sentido, que se favorecieran el palo del flamenco y la melodía. Y así salieron esos diez, más el que llamamos 'Alma', que es una creación para este espectáculo.
–¿Cuánto trabajo de investigación hay detrás de esta fusión?
–Hay mucho tiempo, porque también nos pilló en pandemia y podíamos dedicárselo. Escuchar boleros con mi padre no era parte de mi trabajo, bueno, ya de por sí, a lo que me dedico para mí no es un trabajo, sino una forma de vida. Pero fuimos viendo y pensando ¿y si esto fuera otra cosa? Un proceso hecho con mucho tiempo como para poder soñar con ello. No se estrena y deja de crecer. Todo lo contrario. Aunque el esqueleto esté muy bien organizado y sea muy bonito, con mucha identidad, tiene espacios que dependen de dónde estemos, del momento, no solo de la manera de interpretarlo, sino también de sentirlo y al compartirlo con el público, va creciendo y cambiando. Desde que se estrenó en la Maestranza el año pasado hasta hoy, ha crecido mucho. Hay muchas horas de trabajo y muchas sensaciones bonitas compartidas con todo el respeto al público. Eso se nota.
–Hablando de compartir, tiene a Rancapino, La Juana, Israel Fernández, Álex Romero… ¿Estas colaboraciones han tenido su peso en el resultado?
–Sí, totalmente. Son nombres importantes que han marcado mucho en mi vida. Al dedicárselo a mi padre y recordar tantas cosas, era importantísimo para mí que estuvieran. Juana es mi sultana favorita, como le digo, una de las artistas que más quiero del flamenco, no solo por su arte, sino por su persona. Rancapino Chino lo conozco casi desde que nació y siempre he tenido relación con su familia. Israel Fernández estuvo mucho tiempo en la compañía y es uno de los grandes hoy en día. Y Álex Romero hizo una versión que es una maravilla. Entre todos, es un regalo este 'Alma'
–Ese todos hay que hacerlo extensible a la gente que le acompaña en su compañía desde hace dos décadas. Tiene que ser casi como trabajar con la familia.
–Sí, efectivamente, es una segunda familia y presumimos de respetar y valorar el trabajo en equipo. Es de las cosas más importantes que he encontrado en mi carrera y me siento muy orgullosa de este equipo. Son más de 25 años; antes de la compañía ya trabajábamos juntos. Crecemos a la vez. Nos conocemos muy bien.
–Tiene un número en el que aparecen todas las mujeres que he interpretado y las chicas de la compañía llevan todas un vestido suyo: una es Juana, otra Mariana Pineda, otra La Pepa o Carmen. ¿Alguna fue especialmente significativa?
–Todos lo fueron. Llegaron en momentos en los que me han enseñado. Todas las mujeres que he interpretado tienen valores fuertes, han sido luchadoras que han defendido sus ideales con mucha fuerza. No podría señalar una, pero, pienso en Carmen Amaya y le he dedicado muchos momentos de mi carrera. Por supuesto, con toda la humildad, pero acordándome de ella y de su influencia. No tuve la suerte de conocerla, pero creo es un personaje que lo pongo al lado de las grandes heroínas que he interpretado. Quizá quien más me marca. Poder compartir con las chicas de mi compañía, que hagan realidad ese viaje en el tiempo y tener la esencia de Juana La Loca, Mariana Pineda, Carmen, Medusa, La Pepa… Es importante de no olvidarse de todas las personas que han hecho posible que tú puedas seguir en este mundo tan bonito del baile y puedas aportar algo para las generaciones que vienen.
–Con esta trayectoria tan larga, ¿Qué siente que espera el público de usted cuando la ve sobre el escenario?
–Eso si lo pienso me pondría super nerviosa (ríe) ¡Qué responsabilidad! Al principio el efecto sorpresa funcionaba muy bien, pero ahora la gente espera una entrega total y estamos preparados para eso; para dar el cien por cien de lo que somos, respetar nuestro arte y a nuestro público por encima de todo. Yo salgo intentando contarle y hacerle partícipe de todas las sensaciones que tengo. Intentamos que haya un cañonazo de energía que salga del escenario y que regresa en forma de aplauso y de alegría.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.