La Caverna de la Luz cierra la temporada con un homenaje a la fotografía de Luis Baylón

La Colección Apuntes sobre Fotografía en la Península Ibérica parte I proseguirá el próximo año y continuará hasta cumplir cinco entregas. Este microproyecto, exento de apoyos de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santander y de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, tampoco recibe cobertura del programa Trayectoria de la Fundación Santander Creativa. El espacio de la calle del Sol, que dirige Javier Vila, presenta una fotografía díptico, Gran Vía, Madrid, 2004, de Luis Baylón (Madrid, 1958-2023) quien practicaba una fotografía humanista a ras de suelo, «sin perder nunca el foco en la gente de la calle, de su Madrid canalla eterno». En la serie de imágenes, presentada en díptico, que recala en La Caverna, puede verse a una pareja canalla celebrando su amor y su suerte, mientras en las calles de Madrid, ese 22 de mayo de 2004, la muchedumbre aclama a la comitiva de la boda real que se pasea fastuosa por la Gran Vía. «Hay un fuerte despliegue policial. Están prohibidas las banderas republicanas y las manifestaciones antimonárquicas. Pero esta pareja ignora las prohibiciones y bailan su amor al son bajito del himno de Riego, porque la única reina del mundo es ella y el único rey es él. Y Luis Baylón, con su Rolleiflex, estaba allí para contarlo».

Vila recuerda que llamó a Baylón «para participar en La Caverna y me dijo que estaba en El Escorial, descansando, haciendo fotos de árboles. Y enseguida hicimos planes para su visita a Santander el día de la inauguración. Quince días después me comunicaban su fallecimiento». En sus palabras: «Luis era un gato. Era madrileño hasta las trancas. Canalla, divertido, ladino y zalamero. Castizo, encantador. El mejor guía de Madrid, el último en cerrar el último garito. Sirva este 'apunte sobre Fotografía en la península ibérica' como nuestro homenaje a un maestro y nuestro abrazo a un amigo».

Luis Baylón se matriculó en Derecho en la Universidad Complutense (1975). En 1976, consigue su primera cámara y se apunta a la escuela Photocentro. De formación autodidacta, empieza a colaborar con publicaciones como La Luna de Madrid, Ajoblanco o El Canto de la Tripulación. Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid en el año 2000 y Beca Endesa 2005, expuso en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (1996), Canal de Isabel II (2001) o el Museo de las Peregrinaciones (Santiago de Compostela, 2005). Entre sus publicaciones destacan 'Tarde de toros', 'Solo fumadores', 'Par de dos', 'Ladrones de corazones' y 'Autogarabato'.

En el Archivo Lafuente se conservan cerca de quinientas setenta fotografías de Luis Baylón, de las cuales más de la mitad corresponden a las publicadas en 'Madrid en plata' (La Bahía/This Side Up, 2021), que se agrupan en dípticos y trípticos, fechados desde 1984 hasta 2017. El resto de imágenes pertenecen a los años de la Movida: 'Mi rollo los 80', 'La baskita de los 80', y 'Un personaje'. A eso, se suman las aparecidas en El Canto de la Tripulación (1989-1997), revista que en la que se mostró parte de su «Madrid». El Fondo Baylón se completa con otras series, tituladas 'Putas' o 'Rastro', así como unas imágenes inéditas de la Movida. Además, se pueden encontrar en el conjunto primeras fotografías de series como 'Par de dos' o 'Animalada'.

Luis Baylón, con su eterna cámara Rolleiflex, que le regaló su padre, se compró su primera cámara a los 18 años y se apuntó en una escuela. Impresionado por el proceso químico y el manejo de la luz, montó un laboratorio casero.

Realiza su primer trabajo profesional en 1981 para una multinacional holandesa de retratos a escolares. Más adelante comienza a publicar en revistas y semanarios. En 1987 surge una propuesta de su amigo Quico Rivas, junto a Alberto García-Alix, para montar un estudio profesional en Vallecas. Comienza, ya más asentado, a colaborar asiduamente en publicaciones editoriales y realiza encargos para campañas de discográficas y otros medios.

La fotografía de calle, de gentes y de animales, así como de viajes, de sus paisajes y atmósferas de ciudades escogidas son temas recurrentes con los que trabaja. Sus fotografías, según él mismo las definió, «son, simplemente, imágenes con las que pretendo hacer partícipe al espectador de mi misma curiosidad por la vida».

Es un gran retratista de Madrid, su ciudad. En 1998 participó en la primera edición de PHotoEspaña, en la exposición colectiva celebrada en la Galería Nájera de Madrid. La publicación de su primer libro 'Tarde de toros' (1996) no tardó en llegar y expone por primera vez su serie 'Madrid anónimo en Francia'. En el 2017 comienza a trabajar en su archivo y, tras tres años de selección de fotografías y laboratorio, se publica 'Madrid en plata' (2021).