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La profunda transformación social experimentada en España entre 1885 y 1910 fue objeto de numerosas interpretaciones por parte de los artistas. Tras una larga época de predominio de la pintura de historia como inspiración principal, sería la temática de contenido social la que analiza ... los cambios que tuvieron lugar en España en este periodo. El Museo del Prado exhibe hasta finales de septiembre en todas sus salas de exposiciones temporales la exposición 'Arte y transformaciones sociales en España (1885-1910)'. La diversidad de técnicas y registros creativos caracteriza las casi 300 obras, muchas antes no expuestas, que la componen. Aunque el origen de este proyecto expositivo está en la relevancia de las colecciones de pintura social del Prado, reflejo de la producción vinculada a las diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, la iniciativa ha contado con casi un centenar de prestadores públicos y privados, entre ellos el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS). El centro municipal santanderino participa en la muestra con 14 imágenes de sus fondos.
El préstamo, entre negativos y positivos, abarca diferentes temas, fondos y colecciones. La concejala de Cultura, Noemí Méndez, ha destacado la oportunidad que supone para el centro municipal. «Para Santander, siempre es un honor cooperar con otros centros de arte y culturales. Nos parece muy importante esta colaboración que el CDIS está llevando a cabo con una gran institución cultural como es el Museo del Prado, porque sin duda contribuirá a promocionar sus colecciones y su labor de recuperación, preservación y difusión del patrimonio fotográfico histórico».
Comisariada por el Jefe de Conservación del Área de Pintura del Siglo XIX, Javier Barón, con Beatriz Sánchez Torija en la sección de fotografía, la muestra del Prado la integran pintura, fotografía, escultura y obra gráfica de instituciones y colecciones de diferentes lugares de España.
Méndez ha felicitado al centro por esta cooperación cultural y especialmente a su equipo, con Manuela Alonso, al frente; Guiomar Lavín y María Valdeolivas, que han realizado las fichas correspondientes en el catálogo que se ha publicado con motivo de la muestra. Los asuntos elegidos para articular las secciones de la exposición en el Prado abarcan diferentes aspectos de la vida contemporánea, incluidos aquellos que, «por su carencia de belleza, su supuesta falta de decoro, su aparente trivialidad o su pretendida ausencia de interés, apenas habían sido considerados antes». Entre ellos, «el trabajo industrial y el de la mujer, la educación, la enfermedad y la medicina, los accidentes laborales, la prostitución, la emigración, la pobreza y la marginación étnica y social, el colonialismo, las huelgas, el anarquismo y las reivindicaciones obreras». Otros temas que, en cambio, tenían una larga tradición, como el trabajo en el campo y en el mar, la religión y la muerte, aparecieron vistos bajo un prisma nuevo.
En la exposición se analizan la diversidad de interpretaciones, la interrelación entre las distintas técnicas, como la fotografía (con la aportación, entre otras, del CDIS), la ilustración y la pintura, y la crisis del sistema de representación naturalista tras el triunfo de sus autores más destacados, como los hermanos Luis y José Jiménez Aranda, Vicente Cutanda, Joaquín Sorolla, Santiago Rusiñol y Ramón Casas.
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