El CDIS recuerda a José Buchs con la exposición de la foto fija de sus filmes rodados en Santander

La sala Ángel de la Hoz, en el Centro de Documentación de la Imagen de Santander, (CDIS) acoge desde ayer esas fotos -alrededor de veinte- en una nueva exposición que se podrá contemplar hasta el día 27 de marzo y que lleva por título: 'Foto fija en el cine mudo de José Buchs. Santander, 1920'. Una muestra que fue inaugurada por el concejal de Cultura, Javier Ceruti y que permite descubrir la figura y el trabajo de un director casi desconocido en su ciudad y que está al frente de las primeras películas comerciales rodadas en Cantabria, en localizaciones fácilmente reconocibles en algunos casos, y que desgraciadamente han desaparecido.

El único documento gráfico de estas películas son las fotos que ahora se muestran en el CDIS y que el propio José Antonio Torcida ha cedido al centro, una sala que conoce bien pues ya ha mostrado con anterioridad otras piezas de su colección en tres muestras con una gran acogida de público: 'Rostros de la Historia' (2014), 'Dióscoro Puebla, la fotografía y la formación de un artista' (2016), y 'En Éxtasis, fotografías de las apariciones de Ezquioga' (2018).

Lo que enseña en esta ocasión es bien distinto. Primero porque las fotos son adquiridas más o menos recientemente y también porque, más allá del carácter visual, documentan un territorio casi inédito en el que se funde la imagen fotográfica con la del cine.

Tras adquirir las fotos, Torcida se puso en contacto con Ramón Saiz Viadero, autor de numerosas publicaciones e investigaciones sobre la historia del cine en Cantabria, que le puso al tanto de la figura de Buchs y de su trabajo. Junto a las imágenes adquirió también el guion de las películas «y con todo ello pudimos reconstruir cómo se hicieron esos filmes», indica.

Los guiones estaban escritos en inglés lo que, a juicio de Torcida, demuestra que el director cántabro tenía intención de vendarlas fuera de España. A él le han servido para poder situar cada una de las fotos en una u otra película.

La mayor parte de las imágenes son captadas en interiores, pero también, según se puede ver en el Centro dependiente del Ayuntamiento de Santander y que dirige Manuela Alonso, sirven para ver distintos rincones de la ciudad que ya no existen, como la antigua ermita de San Roque en El Sardinero, o la sala de juegos del Casino de Santander antes de que fuera cerrada durante el Gobierno de Primo de Rivera. «En la década del siglo pasado Santander vivía un resurgir. Eran los años de los veraneos reales que conllevaron la construcción de un buen número de edificios emblemáticos como el del Hotel Real, el hipódromo de Bella Vista o la Casa Pardo, entre otros. Y fue ese Santander el que eligió Buchs para sus películas», explica Torcida.

En cuanto a las personas que aparecen en ellas son casi siempre las mismas: el elenco que participó en los filmes, más o menos el mismo en las tres «e incluso en alguna se ve al propio director», comenta..

La nueva exposición se acompaña de un catálogo que lleva por título: 'El único documento gráfico de tres películas rodadas por José Buchs' de la colección Pequeño Formato, el cuarto número que edita el CDIS desde el año pasado sobre aquellas exposiciones que no son de fondos propios. En el dedicado a esta nueva cita se reproducirá el total de las fotografías, una treintena, y tres textos escritos por el propio coleccionista José Antonio Torcida, el escritor e historiador José Ramón Saiz Viadero, y Enrique Bolado, exdirector general de Cultura y fundador de la Filmoteca de Cantabria. En este volumen se incluyen además una copia y la traducción en español de los guiones.

Torcida, funcionario jubilado, lleva tres décadas coleccionando fotografías. «En realidad empecé reuniendo postales antiguas», explica y en la actualidad su fondo ha crecido tanto que es incapaz de aproximar el número de imágenes que conserva. Hace tiempo que dejó de recorrer rastros y mercadillos de todo el mundo y ahora ha encontrado en internet el mejor lugar para hallar nuevas capturas. Lo que sí que tiene claro es que «las colecciones son para compartirlas» y por eso siempre que puede las expone.