Secciones
Servicios
Destacamos
Estamos abiertos. Estas dos palabras, escritas con grandes letras, dominan los ventanales de la cara norte de los dos bloques del Centro Botín, los que dan a una ciudad a la que saludan e invitan de nuevo a recorrer sus salas y disfrutar de ... sus exposiciones. El centro de arte santanderino ha reabierto hoy sus puertas entre importantes medidas de seguridad sanitaria y estrictos protocolos de actuación, entre los que destacan el establecimiento de itinerarios que marcan al público el recorrido que deben realizar, el uso de dispensadores de gel hidroalcohólico en todas sus entradas, el cierre de algunas de sus pasarelas y de su terraza superior, el control de su aforo o el uso de alfombrillas en cada acceso a sus salas, destinadas a desinfectar el calzado de los usuarios. Unas medidas que diferentes voluntarios se encargan de ayudar a cumplir y que ya permiten disfrutar tanto de la potente oferta artística y cultural del espacio cántabro como de su restaurante, El Muelle, que también ha abierto su terraza.
Con esta reapertura, el Centro Botín se ha convertido en el primer gran espacio artístico en retomar su actividad a nivel nacional en plena 'desescalada', una circunstancia que lo ha situado en el epicentro del interés mediático tanto en España con en parte del mundo. Aunque hoy ya era posible ver a algunos visitantes recorrer las exposiciones que actualmente alberga, eran los periodistas quienes copaban los espacios, llenos de cámaras y micrófonos.
El director de la Fundación Botín, Iñigo Sáenz de Miera, ha destacado que afrontan esta nueva etapa «con mucha ilusión, porque de forma natural ha podido más la ilusión que la preocupación». Sáenz de Miera ha destacado que el centro retoma su actividad «poniendo todo el esfuerzo en que la gente que venga pueda tener una visita tranquila, que es el objetivo: evitarnos a todos situaciones en las que podamos sentirnos agobiados». Para ello, la dirección del espacio artístico ha optado por «quitar elementos que la gente toca, dejar las puertas abiertas, organizar los recorridos para que no te cruces demasiado con la gente...». Esta decisión de reapertura, que ha llevado al Centro Botín a liderar la 'desescalada' de los grandes espacios artísticos en España, responde, en palabras del director de la Fundación Botín, a que «teníamos muy claro que abriríamos el primer día que pudiéramos, porque era una decisión que tanto el Patronato como su presidente, Javier Botín, tenían muy clara».
Mucha ilusión pero pocas expectativas. O ninguna. Si acaso, disfrutar del momento siempre salvaguardando al máximo la seguridad. Íñigo Sánez de Miera ha señalado que «este tampoco es un momento para trabajar con muchas expectativas, sino para centrarnos en el aquí y en el ahora, en las exposiciones que tenemos y en que cada una de las personas que vengan disfrutan de la visita, esa es nuestra única expectativa». A su juicio, el valor de la cultura, que la crisis sanitaria ha contribuido a definir y poner en valor, es otra de las razones que han llevado al Centro Botín a retomar su actividad: «El papel de la cultura está más aclaro ahora que antes, y se ha visto en cómo la gente se ha volcado para disfrutar de exposiciones virtuales, de teatro, de danza, de música... La cultura juega un papel esencial. En este tiempo nos hemos dado cuenta de que necesitamos el arte». Sáenz de Miera también ha destacado la fuerte vinculación del espacio artístico con Santander y Cantabria: «Esta situación nos ha reafirmado en nuestra convicción de que la vocación local es fundamental. Es una reflexión que se está escuchando en todos los centros de arte y museos. Se dice que con la caída del turismo nos vamos a tener que reconvertir en centros de arte de barrio y nosotros ya lo éramos y lo decíamos muy orgullosos: esa vocación local es compatible con sentirte parte del entorno en el que estás. En ese sentido,el objetivo del Centro Botín es colaborar a través de las artes a fomentar la creatividad de Cantabria, y eso sólo se puede hacer con los cántabros».
Hoy han sido ellos precisamente, los cántabros, los otros grandes protagonistas de la reapertura del centro. Porque aunque han acudido tímidamente, quienes lo han hecho no han dejado de manifestar el placer que les suponía poder regresar a visitar y disfrutar de las tres muestras que actualmente acoge en sus salas: la sorprendente exposición del artista albanés Anri Sala, la colectiva '25 años de Itinerarios' y los 'Retratos permanentes'. Rosa Casuso, una de las primeras visitantes en adentrarse en el espacio, valoraba su reapertura: «Ahora que tengo más tiempo he decidido aprovechar para poder dedicarle más tiempo a cada sala y a cada pieza». Para ella, la visita se traduce en «un estado de bienestar, porque espacios como este me generan mucha tranquilidad». Actriz y docente de interpretación, para ella la visita «retrata la felicidad que aporta la cultura». Casuso confesaba sentirse «muy impresionada por la instalación del piano –la de Anri Sala–, que me parece espectacular», así como por las obras que componen '25 años de Itinerarios', fruto de las becas ofrecidas a jóvenes artistas por la Fundación Botín: «Me permite conocer nuevas corrientes en la cultura y en el arte». Otra de las visitantes del espacio artístico en su reapertura ha sido la ucraniana Svitlana Parkhomenko, quien asistía con su nieto: «Después de la cuarentena lo primero que quería hacer era venir al museo y disfrutarlo con mi nieto; echaba de menos poder disfrutar así de la cultura».
Cuando se disponía a salir, un hombre ataviado con una sudadera del Centro Botín le ha indicado el camino indicado para hacerlo. Era Alejandro Dubois, jubilado francés residente en Santander y voluntario del Centro Botín para gestionar esta reapertura: «Abrimos con alguna restricción normal por la situación que estamos viviendo, nos han capacitado exhaustivamente para que expliquemos y ayudemos a la gente a entender cómo tiene que funcionar a partir de ahora, de tal manera que la seguridad siempre esté garantizada». Para él, «el Centro Botín, aparte de ser un centro cultural, es un espacio que mira cómo la cultura puede ayudar a que resolvamos los conflictos de nuestra vida». De uno de esos, y bastante serio, estamos saliendo, si todo va bien, ahora mismo. Y con el arte como acompañante, como guía e inspiración, la sociedad podrá hacerlo con muchas más garantías. Más sabia y más fuerte.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.