Pablo García Canga | Cineasta

«En el cine de autor curiosamente hay demasiadas películas parecidas»

–Mañana se proyecta en Santander 'Las tierras del cielo'. ¿Qué significa para usted?

–Es mi primer largometraje y tiene la particularidad de que la rodamos entre muy poca gente. Se podría decir que entre amigos. El equipo técnico éramos tres personas y está escrita desde el principio para poder ser rodada sin ayudas o dinero extra. Tiene algo de estar hecha por el puro deseo de hacer cine y en ella se aborda el hecho ser espectador y cómo nos afectan las historias que vemos, cómo las contamos y como se entremezclan en nuestra vida. Creo que en ella se juntan mi vida como espectador, como cineasta y como conversador.

–¿En qué temas se inspira a la hora de escribir el guion de una película?

–Depende. 'Las tierras del cielo' empezó por azar. Escribiendo diálogos sobre personajes que hablan de una película que no existe. También está inspirada en 'Madre' de Mikio Naruse. Pero a veces una conversación en un bar se acaba convirtiendo en una ficción. Creo que siempre parto de un elemento que no es mío y que lo acaba siendo con la acumulación de otros materiales.

–¿Le parece más importante el guion u otras cuestiones como el rodaje o la producción?

–Realmente me parecen muy importantes todas las fases. Las películas que hago, sobre todo de un tiempo a esta parte, tienen algo que para mí es esencial que es el trabajo con las actrices y los actores. Son películas en las que tengo que tener una enorme confianza en ellos porque suelen tener textos muy largos y hay que confiar en su propio ritmo e intuición.

–¿Detrás del concepto de cine de autor cabe todo?

– Jean-Claude Biette decía que no sabemos hasta que punto una película es de su autor o es el pensamiento de la época lo que se impone. A mí lo que me llama la atención es que en esto que se llama cine de autor, curiosamente, hay muchas películas parecidas.

–¿En que momento estamos cinematográficamente?

–Hay películas que me interesan mucho y que están fuera de los circuitos comerciales. Por ejemplo, a mí de España la película que más me ha gustado es 'Dobla la esquina, el volcán' de Pablo Llorca que esta hecha completamente fuera del sistema de cine que impera. Pero insisto un poco, y me incluyo, en eso que te decía antes de qué difícil es hacer películas que no se parezcan. Y lo es por como las producimos y porque en el fondo tenemos un problema de ansiedad, de estar pensando en la película siguiente y en si damos o no lo que se espera de nosotros.

–Mañana presenta su película pero hoy, lunes, va a hablar en otro acto de Mikio Naruse. ¿Qué le interesa de este cineasta?

–Me gusta muchísimo. Es cierto que tengo una querencia, que no sé de donde viene, por el cine japonés de los años 30 a los 50. Me fascina. Las películas de Naruse tienen personajes que podríamos decir son muy de andar por casa, de clase media baja y sus historias son muy cotidianas. Él además tiene una forma muy particular de rodar que hace que sientas constantemente la presencia de los personajes.

–En Santander le vinculamos al remake que hizo de una de las películas de Paulino Viota.

–Sí, fue un remake de 'Jaula de todos', pero en realidad yo no la rodé en Santander sino en París. La película de Viota está basada en cuento de Diderot, así que de alguna forma lo que hice fue volverlo a llevar su lugar origen. Así que se puede decir que ese trabajo fue un remake mezclado con una readaptación del cuento original.

–¿Cómo definiría el trabajo de Paulino Viota?

–Le admiro mucho. Primero le conocí como profesor en la Cátedra de Valladolid. La primera vez que le escuché fue en una charla sobre la película 'My Darling Clementine' de John Ford y aquellas palabras las tengo siempre muy presentes tanto al escribir como al hacer cine. Más tarde descubrí al Viota director, básicamente porque sus películas no estaban accesibles. Le definiría como un cineasta muy singular.

–¿Cree que es un cineasta aún por descubrir?

–Afortunadamente cada vez está más presente. Este mismo verano coincidí con él en Portugal en la proyección y posterior coloquio de una de sus películas 'Contactos'.