El Cine Club Santander regresa en marzo con las películas que Allan Dwan rodó con Gloria Swanson

Y, por otro lado, en 'Diario de un maestro', la serie semidocumental que rodó Vittorio De Seta para la RAI en 1971 (se emitió en 1973). El resto del metraje, que consiste en cuatro episodios de una hora cada uno, lo dedicó al experimento consistente en tomar una clase verdadera, con chicos auténticos procedentes de familias humildes o problemáticas, y rodar y montar aquello que se fuese improvisando a partir de un guion mínimo.

El Cine Club inició el pasado año una colaboración con la Fundación Caja Cantabria/Casyc que permitió «un acercamiento al análisis y disfrute cinematográfico aún más dinámico, detallado y variado, y no menos riguroso». Como ha sido el objetivo desde su inicio en 2011, se presentaron al público «películas poco vistas, recuperadas por fin, tras muchos intentos, en copias restauradas o de gran calidad, o listas para ser descubiertas y colocadas en el puesto que realmente merecen en la historia del cine».

La gran inquietud del Cine Club «no es sólo historiográfica, sino que incide básicamente en los aspectos formales de las obras, sin por ello abandonar la idea de un disfrute lúdico que conecta con una bella idea de la cinefilia tradicional que, -aseguran sus responsables- en tiempos de inflación audiovisual y uso y abuso del cine como ilustración de ideas, debe recuperarse con más urgencia que nunca».

Con la colaboración de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Santander y de la Fundación Caja Cantabria/Casyc suma ahora estas nuevas sesiones cada jueves a las 19.30. Tras el décimo aniversario celebrado el pasado año, con actividades que culminaron con la puesta en marcha (junto a la organización Cineinfinito) de la primera edición del Festival de Cine Puntos de Fuga, el Cine Club Santander, regresa con lo dos nuevos ciclos, 'Flappers de los años 20: Allan Dwan/Gloria Swanson (y Clara Bow)' y 'Diario de un maestro de Vittorio De Seta (cuatro partes)'.

A la hora de acercarse a Allan Dwan, «cuya obra y figura es una de las columnas del cine», es difícil toparse con buenas copias de sus películas. Tras el estreno el pasado año de 'Al borde del río', filme perteneciente a su etapa final, el Cine Club Santander subraya su apuesta histórica: la proyección de «tres de las obras maestras que Dwan rodó con la gran estrella del cine mudo Gloria Swanson (Chicago, 1899-Nueva York, 1983), películas frescas, sabias, sorprendentes, absolutamente modernas, que son también logros por parte de una actriz que llegó entonces a ser una de las más admiradas y populares de toda la historia y rodando, nada menos, que con Cecil B. DeMille o Erich Von Stroheim». Dentro y fuera de la pantalla consagró el prototipo de 'flapper', esas «chicas modernas, independientes, descaradas...», al igual que la fascinante Clara Bow, una de cuyas películas, 'Hijos del divorcio', dirigida por Frank Lloyd -y, en parte y sin acreditar, por Josef von Sternberg- sirve de complemento y cierre al ciclo.

Por otro lado, tras sus conocidas películas documentales de los años 50 sobre las culturas y tradiciones del sur de Italia, Vittorio De Seta se embarca en 1971 en la realización de esa ficción pedagógica filmada en una escuela popular romana que suscitaría amplios debates sobre la enseñanza tras su emisión televisiva. Entre 1954 y 59, De Seta rodó diez documentales.

La orientación antropológica que guió la filmación de las costumbres de aquellas comunidades rurales se refleja en la libertad que buscó en la televisión durante el rodaje. 'Diario di un maestro' incorpora, desde su propio proceso de creación, la invención de un programa alternativo basado en los preceptos de la «nueva escuela» de Célestin Freinet. En lugar de limitarse a filmar una película, gracias a los dilatados tiempos de producción que le permitía la televisión, el cineasta se propuso crear una auténtica escuela en la que explorar las posibilidades emancipatorias de los alumnos.

La película se filmó a lo largo de cuatro meses, respetando el orden cronológico. Las escenas, improvisadas por los alumnos a partir de una ficción escrita día a día por De Seta junto al pedagogo Francesco Tonucci, «testimonian un modelo inclusivo basado en la escucha».

A través de los intercambios propios de la vida colectiva -reanudando las actividades emprendidas durante las mañanas de rodaje, por las tardes los alumnos asistían a clase con un auténtico maestro-, «los niños tomaban conciencia de sus capacidades, convirtiéndose así en verdaderos portadores de conocimiento».