El Cine Club Santander abre su nuevo homenaje a las 'películas psicotrónicas' con una doble cita

El término 'psicotrónico', acuñado por el crítico Michael Weldon, quien lo utilizó para denominar una columna semanal del suplemento de una guía de televisión en Nueva York, dijo utilizar tal designación para referirse a todo los tipos de películas que le interesaban, filmes de monstruos y de ciencia ficción, por supuesto. «Pero también filmes de explotación de todo tipo realmente: películas de motos, de rock, de hombres musculosos, en 3-D, películas sesenteras de playa, películas mexicanas subtituladas». Es decir, «películas de serie B, normalmente, que tienen la peculiaridad de explotar una moda o tendencia, y que en muchos casos lo hacen de tan mala manera que son involuntariamente cómicas».

Weldon también hablaba de clásicos del cine mudo, joyas de países no anglosajones, o películas de género resueltas con (mucho) más que personalidad y talento. El Cine Club abre el programa, desde las 18.30, «con dos pequeños clásicos (uno de los años 60, otro de los 70), que se complementan de manera muy singular, pero que, al mismo tiempo nos muestran lo que cambió el cine americano en unos pocos años».

'El carnaval de las almas' fue lanzada originalmente como otra película barata y estrenada por una empresa de distribución que quebró rápidamente, y «aunque pasó inadvertida para el público en su estreno, hoy se ha convertido en un clásico de culto que anticipa rasgos de estilo y temáticos de los mismísimos George Romero o David Lynch». Incluso, el prestigioso director alemán Christian Petzold llevó a cabo un remake (bastante bueno) bajo el título 'Yella', visto en la antigua Filmoteca de Cantabria en su día.

Por lo que se refiere a 'Let´s Scare Jessica to Death/La maldición de los Bishop', la dirige John D. Hancock, colaborador de Tennessee Williams -quien alabó ampliamente a Hancock en su libro Memorias- y uno de los directores favoritos de Robert De Niro en los primeros setenta. Hancock elaboró, tanto en lo visual como en lo narrativo, sin olvidar un alucinante uso del sonido, un material que, en principio, era tan sólo otra película de terror destinada a las sesiones dobles y drive-ins, densificando el lado psicológico bajo la influencia de Henry James y 'Otra vuelta de tuerca' (adaptada por Jack Clayton en Suspense/Los inocentes y de donde se inspiró 'Los otros' de Amenábar) y la película de Robert Wise 'The Haunting' (1963), en especial al desarrollar la idea del narrador poco fiable, tan atractiva dentro del cine fantástico cuando parte de premisas muy realistas como las de estas dos películas.