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La sesión de reapertura en la Fimloteca dejó una estampa inusual: espectadores muy separados entre sí y ataviados con mascarillas. Fotos: Alberto Aja | Vídeo: Héctor Díaz

El cine vuelve a Cantabria a cámara lenta

La Filmoteca proyecta 'La ventana indiscreta' con un aforo muy limitado y entre importantes medidas de seguridad sanitaria

Jueves, 28 de mayo 2020, 07:24

La cola ocupaba buena parte de la calle Bonifaz, aunque en realidad no había demasiadas personas. Lo que sí hubo fueron mascarillas, distancias y expectación. «Todos tenemos Netflix en casa, pero esto es otra cosa: es un auténtico rito, y por eso es un placer poder volver a compartirlo con otras personas», decía antes de entrar Federico Alonso, uno de los espectadores que acudió a la sesión acompañado de su familia. Tras más de dos meses sin pisar una sala de cine, sin poder plantarse ante una gran pantalla, el selecto grupo de cinéfilos, 25 en total, que ayer pudieron disfrutar en la Filmoteca de Cantabria de uno de los grandes clásicos de Hitchcock, 'La ventana indiscreta', se sentían afortunados por poder volver a vivir una experiencia hasta no hace tanto habitual, y sobre todo de poder compartirla con sus familiares y amigos. Fue una sesión paradójica, especial por cuanto suponía la vuelta a una cierta normalidad en una sala en la que solo los ojos de Grace Kelly brillaron más que los de los propios espectadores, que con su presencia convirtieron ayer a la Filmoteca cántabra en la primera de España en retomar su programación y acercar de nuevo el cine a la sociedad.

Se trató, con todo, de una vuelta a la normalidad marcada por la excepcionalidad del momento, y los ejemplos fueron constantes. La separación de quienes esperaban la apertura de puertas, la indumentaria de los trabajadores de la sala, pertrechados con mascarillas, guantes y pantallas protectoras, o los numerosos dispensadores de geles hidroalcohólicos repartidos por las instalaciones prepararon a los asistentes para el que sería, sin duda, el hecho más llamativo: la separación de los espectadores en la sala mediante la alternancia de varias butacas. «A ver cuando entremos cómo está la sala y a qué distancia nos sentamos, pero bueno, todos asumimos que es lo que toca ahora», afirmaba Carmen Briz, que se disponía a ver la película con su marido y sus hijas. Precisamente por esas condiciones, en esta sesión 'inaugural' no hubo susurros, ni tímidos ni indiscretos, para comentar la estrambótica vida de los vecinos de Jeff Jefferies (James Stewart) en su departamento de Greenwich Village. Pese a esa inusual distancia y las mascarillas, el público disfrutó de «un ritual, el del cine» que muchos ya echaban de menos.

Antonio Navarro, director de la Filmoteca de Cantabria, destacó las sensaciones encontradas que supuso esta reapertura de la sala santanderina: «Lo vivimos con emoción por volver a la normalidad. Éste es un paso más. Ser los primeros es emocionante pero también exige mucha responsabilidad, estamos trabajando más que nunca y adoptando todas las medidas de seguridad higiénicas y sanitarias».

«Es el principio oficial de la vuelta a la normalidad y estábamos deseando poder hacer estas cosas»

Federico Alonso

«Tenemos que adaptarnos a las normas porque lo que ha pasado es grave y hay que ser responsables»

Carlos trueba

Su prioridad, más allá del estreno de ayer, era que esta reapertura sirva para que la gente vuelva poco a poco a afrontar con naturalidad escenas que la pandemia ha sesgado en la mentalidad colectiva: «El objetivo fundamental es que todo el mundo se sienta seguro al vivir esta experiencia para después quiera volver a repetirla, no solo en la Filmoteca sino en cualquier sala de cine». A tenor de la respuesta del público, todo parece indicar que los espectadores tenían ganas de volver a disfrutar de la gran pantalla, como demostró, aunque solo fuera simbólicamente, el 'aforo completo' que colgó la sede de la calle Bonifaz en su vuelta a la actividad. En ese sentido Clemente González, otro de los asistentes, valoró el regreso a la normalidad: «Mi mujer y yo venimos mucho y normalmente la sala no se llena, así que creo que será igual que antes salvo porque llevaremos las mascarillas».

«Poder disfrutar de nuevo del cine y con los precios de la Filmoteca en esta situación es una gran alegría»

Clemente González

«Después de haber tenido que estar encerrados en casa poder ir al cine es un paso adelante, es maravilloso»

carmen briz

Más allá de Kelly y Steward, ayer los auténticos protagonistas de la sesión fueron los propios espectadores, tanto por su presencia como por la programación definida por la Filmoteca para esta vuelta a la actividad. Un protagonismo que va más allá de una sala que lució extraña, con tanta separación entre los asistentes y con sus rostros cubiertos por mascarillas que parecían esconder sus sonrisas de emoción y alivio. Carlos Trueba, profesional de este arte, destacó que «el cine siempre aporta; ahora a la gente le vendrá bien la distracción y poder disfrutar de historias así, todo lo que sume es bienvenido». Federico Alonso, por su parte, afirmó que «vamos a tener que empezar a acostumbrarnos a esta situación. No va a ser como volver a antes de todo esto pero tenemos que dar un pasito cada día para volver a la normalidad... Pero con cuidado, sin prisa».

25espectadores coparon el aforo reducido de la sala por imposición de las normas sanitarias

Entre las consecuencias positivas del confinamiento destaca el papel activo del propio público, que durante este periodo y por iniciativa de los responsables de la Filmoteca ha podido plantear qué películas aspiraba a poder disfrutar en gran formato cuando fuese posible regresar a las salas de cine. Ahora que ese momento ha llegado, la programación de la entidad, definida por el momento hasta finales del próximo mes de junio, incluye diferentes ciclos y películas que el público ha reclamado. En muchos casos se trata de grandes clásicos del cine como el que ayer sirvió para abrir el telón en el centro santanderino, uno de los largometrajes mejor valorados de la historia del cine como 'La ventana indiscreta', a la que seguirán este fin de semana otros filmes de renombre como 'Lo que arde', del actor, guionista y director franco-español Oliver Laxe, que se proyectará en las sesiones del sábado y del domingo. Tras ellas, la programación de la Filmoteca contempla también sendos pases de 'Ser o no ser', del alemán Ernst Lubitsch, que se proyectará el miércoles 3 y el viernes 5 de junio, y de 'Retrato de una mujer en llamas', de Céline Sciamma, que se podrá ver el sábado 13 y el domingo 14 de junio.

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