Aliento visual, instito vital
OCine y en Netflix a partir del 4 de enero ·
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OCine y en Netflix a partir del 4 de enero ·
Desesperación y esperanza, un alumbramiento en la oscuridad que logra que en este relato de náufrago el verdadero espectáculo brote de la intimidadEn una historia de oda a la supervivencia y gestos de vida, la voz del relato la ponen los muertos. Vaya por delante que J. A. Bayona ha realizado su mejor filme, un deslumbrante drama, pleno de sentido y sensibilidad, cuya mejor baza reside en ... el equilibrio entre lo coral y el perfil individualizado de los personajes. Asistimos generosamente, en lo visual y en lo narrativo, al relato de náufragos, recorremos la superficie de una tragedia y tocamos el fondo de todos los límites. El cineasta de 'Un monstruo viene a verme', consciente de que el 'milagro de los Andes', la historia de 'Viven' –los supervivientes del avión de las líneas uruguayas que se estrelló en la cordillera andina el 13 de octubre de 1972 – ha sido abordada por activa y por pasiva, toma los hechos desde la virginidad de una mirada límpida, transparente, cercana, intensa y empática.
País España
Año 2023
Dirección J. A. Bayona
Guion Bayona, Bernat Vilaplana, Jaime Marqués, Nicolás Casariego
Reparto Enzo Vogrincic, Agustín Pardella, Matías Recalt, Esteban Bigliardi
Género Drama
El espectador sentirá que ha sido elegido para ser pasajero privilegiado, testigo de una pesadilla y cómplice de este imponente retrato de la condición humana. El milagro radica en que Bayona eleva los rostros, recorre el catálogo de unas vidas en lo que tienen en común y en su diferencia, con una emotiva y desgarrada lucidez, sin perder nunca su sentido innato del espectáculo. A diferencia de 'Lo imposible' (dos películas en una y la segunda fallaba en su armazón dramático) aquí prima la elegancia, la delicadeza extrema, que no pudor, para contar los extremos en una deslumbrante sucesión de detalles donde se revela la transformación física y, lo más importante, la mutación del dolor, la memoria y los afectos. Hay una medida rigurosidad a la hora de tratar lo ampuloso (las secuencias del siniestro y de las avalanchas son impresionantes); un estilizado tono documental al jugar con las distancias cortas y la perspectiva colectiva; y un respeto y contención cuando la realidad se desborda.
El cineasta de 'El orfanato' nunca pierde de vista a sus criaturas. En el epicentro de la nieve asoma la supervivencia física, pero también la moral y ética y la de lo humano. «Somos/estamos muertos», dicen los vivos. Exenta de exhibicionismo, sin por ello ocultar la desgarradura, la cinta se asocia con la lentitud de la supervivencia, se aferra a unos actores entregados y se desliza por la pendiente del instinto entre lo trivial y lo trascendente, entre bromas, delirios, lágrimas y asombro. Un trayecto varado entre la palabra de auxilio y la boca congelada. 'La sociedad de la nieve' es desesperación y esperanza, un alumbramiento en la oscuridad de esa inasible frontera de vida y muerte a la que se aferra cada plano y cada aliento visual. --
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