![Arrumacos y tocamientos](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2025/02/06/ygirl%20(2)-kGTG-U230776320202ncF-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Año 2024
Duración 114 min
País EEUU
Dirección y guion Halina Reijn
Música Cristóbal Tapia de Veer
Fotografía Jasper Wolf
Reparto Nicole Kidman, Harris Dickinson, Antonio Banderas, Sophie Wilde
Género Drama
Salas Yelmo y Ocine
La combinación es tan sugerente como atractiva. Hay sensualidad, transgresión insinuada (aunque eso es caro y ya casi nadie arriesga), ironía más que humor, y un erotismo que parece a veces enredado, otras abierto, demasiadas veces indefinidamente juguetón.
La relación de sexodependencia entre una alta ... ejecutiva y un joven becario tiene mucho de expediente convencional pero a la vez de intrigante ecuación de oficina y cama. Nada nuevo bajo una relación de sol y sombra que incluso podría interpretarse como la versión sofisticada y de tacto nada superficial, reverso al cabo de la saga de Grey. Nada de eso. Lo cierto es que tras la piel, la capa puramente erótica, la sensualidad 'intelectual' asoman cuestiones interesantes e intensas como el papel del poder y el poder de ejercer un determinado papel. Esos roles de géneros y la reivindicación de la sexualidad femenina, aunque se salpique con discutibles gotas de feminismo.
La cineasta Halina Reijn propone en este sentido una agitada relación que trata de ir más allá del arrumaco y el tocamiento, pero mucho menos inquietante, sugerente y atrevida de lo que se cree la directora de 'El libro negro'. No hay el desgarro de 'Herida' ni tampoco espejos radicales de esos filmes en los que prima la provocación.
Hay una cierta ambigüedad en la puesta en escena, en la elegancia y en las situaciones solapadas que a veces favorece el desarrollo de la trama y otras desvía la atención. Lo importante es que frente a los thrillers mayoritarios cuyo foco es siempre masculino, también machista, aquí la mirada y la acción parten de la mujer que busca la libertad de su propio camino. Un desnudo, una necesidad emocional, entre lo vulnerable, lo transparente y lo confuso.
En el filme se deslizan o resbalan muchas cosas que llegan a plantearse pero que nunca se concretan. En este sentido, hay más pretenciosidad que rotundidad de fondo. Pero si algo dota de personalidad, creatividad, fuerza visual, y hasta verdad a 'Babygirl' es la presencia de Nicole Kidman, de profesionalidad incombustible desde que asomara a la pantalla en 'Calma total'.
Harris Dickinson, protagonista de 'El triángulo de la tristeza', se mece al compás de la actriz australiana. Se invierten los roles, sí, hay sombra de transgresión, por supuesto, pero la valentía la pone solo la intérprete. El escándalo no es necesario. Solo una mirada dispuesta a dejar un rayo de claridad en lo oscuro. Y ese destello físico y químico pertenece a Kidman.
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