Bofetadas en su sitio
Cinesa, Yelmo y Ocine ·
No hay riesgo, solo una voluntad de hierro por dejar a un lado el ingenio y seguir tirando de la ecuación Miami/ maderos /verborrea y duelos anecdóticosSecciones
Servicios
Destacamos
Cinesa, Yelmo y Ocine ·
No hay riesgo, solo una voluntad de hierro por dejar a un lado el ingenio y seguir tirando de la ecuación Miami/ maderos /verborrea y duelos anecdóticosAdil El Arbi y Bilall Fallah, repiten como directores. Y Will Smith y Martin Lawrence se repiten a sí mismos. Dos golpean juntos en esta prótesis de franquicia, pero también un esqueje más de un género que va apagándose poco a poco: la 'buddy movie', ... ya cercana a la defunción. Parecía claro que dos de sus representantes máximos desde la actuación, entre la acción explosiva y la comedia de graciosos, muchas veces sin gracia, iban a exprimir en lo posible la experiencia exitosa de 'Bad Boys for life' y las ganas de redención en pantalla de Smith que ha aprendido a distinguir dónde dar bofetadas, tras su lamentable incidente en la noche de los Oscar.
País EE UU
Año 2024
Dirección Adil El Arbi, Bilall Fallah
Guion Chris Bremner, Will Beall
Reparto Will Smith, Martin Lawrence, Vanessa Hudgens, Alexander Ludwig
Género Thriller
Su jocosa simbiosis con un Lawrence que aquí lo da todo, permite ofrecer con dignidad la tarjeta de presentación de 'Ride or Die'. El guion y el formato responden a una envasada hoja de ruta en la que es imposible la ocurrencia o la sorpresa. Diálogos de besugo de la pareja entre persecuciones, rizos trepidantes que desafían la lógica y lo verosímil y ausencia de coherencia. De hecho no hay ningún interés en insuflar atractivo a la peripecia o algún tipo de peso argumental a la peripecia. Incluso la galería de secundarios con guiños al pasado resulta superflua. Es la cuarta entrega de 'Dos policías rebeldes', aunque podría ser la decimoquinta, porque la reiteración, el algoritmo sin ritmo de escenas de acción, chistes y situaciones al límite que merecían más respeto por el cartoon, son una mera excusa y un decorado para agitar la química entre los dos actores/personajes.
Los 'bad boys', como viejos rockeros, juegan e ironizan sobre la edad, lo caduco y la obsolescencia de la fricción entre ambos, más que de la ficción que representa. Pero ni siquiera ese plano que podría resultar seductor merece la atención de los cineastas empeñados en insistir en el cine fórmula de cara a la taquilla. Martin Lawrence desborda su incontenible energía de comicidad enraizada en la tradición americana. Pero el papel no le permite ir más allá de los topicazos. No hay riesgo, solo una voluntad de hierro por dejar a un lado el ingenio y la espontaneidad y seguir tirando de la ecuación Miami/maderos/verborrea y duelos anecdóticos de chicos malos. Policiaco de pasatiempo, franquicia nostálgica que solo puede vivir de sí misma en un retorcido artefacto donde lo más moderno es el uso y abuso de los drones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.