Esa bruma transparente
Bonifaz. Filmoteca. Próxima semana ·
No es solo una de esas películas de tacto existencial que indagan y corroen, que hieren y duelen. Es una obra clave en la trayectoria de BergmanSecciones
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Bonifaz. Filmoteca. Próxima semana ·
No es solo una de esas películas de tacto existencial que indagan y corroen, que hieren y duelen. Es una obra clave en la trayectoria de BergmanEn su mirada la austeridad resulta exuberante. El dominio del espacio, la cartografía del rostro, la elocuencia del silencio, el ejercicio de desasosiego, nunca como pose, sino como estría dramática, hacen del cine de Ingmar Bergman un universo siempre único. Con etapas bien diferenciadas, aunque ... con una coherencia de estilo e inquietudes casi perennes, en la filmografía del cineasta de 'El manantial de la doncella' hay varias obras maestras que van sembrando la mayor parte de su profusa y diversa creación, en paralelo al teatro, la escritura, la dirección escénica...
Año 1961
País Suecia
Dirección y guion Ingmar Bergman
Reparto Harriet Andersson, Gunnar Björnstrand, Max von Sydow, Lars Passgard
Género Drama
Pero si hay un título clave, trascendental, que en cierto modo puede contener la esencia de su mirada ese es 'Como en un espejo'. Una obra compleja pero de una sencillez emocional transparente. Una creación estilizada que permite tanto la hondura como la incursión existencial. Y ambas expresadas con una sinceridad cargada de fuerza y dolorosa y sutil abstracción. Nihilista, sobria, desnuda, desde ese momento Bergman abre una brecha y su cine, aunque puede ser luminoso, ya no abandona su proyecto de adentrarse en el escepticismo, en la búsqueda de un ritmo interno construido con sus propias obsesiones e inquietudes. Además, fue la primera película que Bergman rodó en la isla sueca de Farö, uno de sus santuarios. Sin subrayados ni declaraciones viscerales, bajo el eco de Bach, levanta un monumento de fragilidad y desasosiego, de búsqueda y extrañeza.
La mirada profunda y desgarrada del cineasta y dramaturgo, extendida a 'Los comulgantes' y 'El silencio' refleja una honda reflexión sobre el concepto de la idea espiritual, los interrogantes sobre la existencia de Dios y el sentido de la vida. Una de esas películas de tacto existencial que indagan y corroen, que hieren y duelen. Cuatro miembros de una familia en crisis. Bergman disecciona las relaciones convulsas de este grupo en un mapa de angustiosa crisis, de obsesión por la muerte y el más allá y, por supuesto, la incomunicación. Arropado por la lúcida fotografía de Sven Nykvist, Bergman surca las grietas de ese núcleo humano que va fragmentándose en su vacío. La enfermedad, el amor, las voces de la conciencia, nuestras propias voces, son los fragmentos. Bergman, para entonces, ya nos ha atrapado en ese torrencial disturbio donde la vida es una gran alucinación visual. Transcurre en la bruma de los miedos primarios, se mueve en la oscuridad y se refleja en la mirada que escudriña las perspectivas de lo insondable.
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