
Cómo caer del cielo
Cinesa y Ocine ·
Entre el multiverso de unos y la realidad aumentada de otros, las emociones y el entretenimiento yacen al fondo de un agujero negroSecciones
Servicios
Destacamos
Cinesa y Ocine ·
Entre el multiverso de unos y la realidad aumentada de otros, las emociones y el entretenimiento yacen al fondo de un agujero negroEs casi imposible fijar un objetivo, detenerse en un destello y lograr justificar desde las premisas más básicas esta incursión de acción real en la ... saga anime. Teniendo en cuenta además que se plantea como el inicio de una posible franquicia con su potencial a la intemperie. Pero 'Los caballeros del Zodiaco' resulta ser una caída interminable desde las posibilidades celestes a la mayor vulgaridad terrenal. El batiburrillo mágico ancestral, entre los poderes místicos y los caballeros de la cosa, parece tener fundidos los plomos del cosmos. El celebrado manga de Masami Kurumada es aquí un pseudomundo global en el que cabe todo menos ese estado divertido y entretenido.
País Japón
Año 2023
Dirección Tomasz Bagiński
Guion Josh Campbell, Matthew Stuecken, Kiel Murray
Reparto Mackenyu, Madison Iseman, Diego Tinoco, Famke Janssen, Sean Bean. Música: Yoshihiro Ike
Género Acción, fantástico, aventura
Y más tratándose de un artificio narrativo con mucha musculatura visual, imaginativa y adictiva cuyo resultado resulta aún más frustrante. La mitología se desmaya entre toques estéticos epatantes, personajes diluidos cuya presencia y perfil desmienten la gravedad y trascendencia con la que se quiere dotar al conjunto vacío en un catálogo de estereotipos desangelados (y no es un chiste). Lo real, es un decir; la inadaptación de actores y actrices muy lejos de sus ecosistemas habituales; y, además, la utilización desmesurada en su inane apuesta por las imágenes generadas por ordenador, aún provocan más grisura y sensación de monotonía funcional. La estructura busca ganchos fragmentados pensando en una secuencia posterior, o quizá incluso en futuras entregas. Es todo muy ingenuo.
La fragilidad narrativa, la falta de empatía y la escasa hondura solo provocan desconcierto. Tan pronto el espectador parece haberse quedado anclado en un antiguo videojuego como en una cascada de efectos con escaso sentido, es decir, en una hipérbole tecnológica que nunca se concibe destinada al servicio de la narración. Tomasz Bagiński, debutante, toma prestados como alfileres sin punta los factores aparentes, de Seiya a Atenea y Pegaso, más callejeros que sagrados. Las coreografías no arropan sino que chirrían y cierto feísmo no ayuda a adentrarse en un pomposo ejercicio ornamental, quizá exponente no tan accidental del cine sobrecargado de estancias visuales desmedidas pero carentes, en su mayoría, de energía emocional.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.