Cage se viste de Lugosi
Cinesa, Yelmo y Ocine ·
Este Drácula se conforma con postularse como una comedia de terror, entre la parodia, el absurdo, la confusión y las reiteracionesSecciones
Servicios
Destacamos
Cinesa, Yelmo y Ocine ·
Este Drácula se conforma con postularse como una comedia de terror, entre la parodia, el absurdo, la confusión y las reiteracionesSi hablamos de exceso, de hipérbole, de simbiosis entre el histrionismo y una manera natural y gráfica de no saber dónde empieza el actor y dónde su personaje, entonces el nombre de Nicholas Cage es norma. Así que, a priori, se antojaba una asociación perfecta ... la del intérprete y la de la figura de Drácula. No tuvo cabida en 'Drácula de Bram Stoker' dirigida por su tío Francis Ford Coppola, así que Cage esperó paciente la oportunidad de encajar en su profusa y algo majara trayectoria este 'Renfield' y llegar a convertirse en el universal conde sangriento.
País EE UU
Y lo ha hecho, como era de suponer, como si se hubiese reencarnado en un vampiro sofisticado, de jocosa dicción (imprescindible ver el filme en V.O.S.), juguetón y poco discreto y, evidentemente, con tal querencia por la hemoglobina y el plasma que se asemeja a un banco de sangre andante. Pero lo cierto es que el filme de Chris McKay, cineasta de 'Batman: La LEGO película y 'La guerra del mañana', no aprovecha su mejor recurso: la presencia del protagonista de 'Ghost Rider' en modo desmadre y pasado de rosca infernal. Pero el esperado desfile de Cage es limitado y 'Renfield', ni en tono, ni en estímulo, ni en empatía el filme logra situarse más allá del disparate.
Tan pronto es una barroca y descarada reactualización del mito, cuya aparición se inserta en el corazón de una comunidad donde priman los traumas; como muta en grotesca y violenta caricatura. Triunfa, sin embargo, la monotonía, la vulgaridad, lo insípido y sin gracia. Se alargan mucho algunas situaciones, no hay arterias que encaucen y bombeen tanta sangre y lo embarullado deja al filme al borde del ataque cardíaco. Por si fuera poco, lo episódico no goza de ensamblaje y el flujo es tan denso como vacío, caótico y delirante, pero en un sentido casi publicitario, de mensajes sin poso. Al final lo que verdaderamente cuaja e impacta es el rostro de Cage en un Drácula que homenajea al inicio al Bela Lugosi de Tod Browning, casi en lo mejor del filme.
Después, una galería de escaparates vampíricos, con toques del cine exploitation entre el terror de manual y el humor desmesurado. 'Renfield', que desaprovecha las críticas a la desigualdad, al puritanismo y la autoayuda, se mueve entre 'Amor al primer mordisco' y 'Blade', pero con poca personalidad visual. Gore digital, toques de 'Re-animator' y cóctel de subgéneros. En ocasiones podría haber sido un esqueje de 'Todo a la vez en todas partes'. No hay ajos ni estacas. Pero los colmillos y la lengua de Cage merecían otro dentífrico
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.