Más que Candela fina
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No rechaza las zonas más oscuras, no se regodea en lo escabroso y, sobre todo, imprime un intenso ritmo que ahonda en las estancias más esquinadasSecciones
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No rechaza las zonas más oscuras, no se regodea en lo escabroso y, sobre todo, imprime un intenso ritmo que ahonda en las estancias más esquinadasDesprende ganas, muchas ganas de contar las cosas. Es valiente en la medida que sugiere una inmersión continua en un escenario con muchas incógnitas y en una historia muy sobada. Mezcla narrativas, casi formatos, aunque se mantenga fiel a la etiqueta de una miniserie de ... ficción, sostenida entre un latido y un pulso, con todas sus dobleces y elipsis, con todas sus costuras abiertas y conscientes y todas sus consistentes y sólidas razones.
País España
Año 2024
Dirección/creadores Ramón Campos, Gema R. Neira , Jon de la Cuesta, David Orea Arribas, Carlos Sedes, Jacobo Martínez
Reparto Candela Peña, Tristán Ulloa, Javier Gutiérrez, María León
Género Drama
'El caso Asunta' es una magnífica y auténtica pieza sin resquicios que toca con firmeza el tono de thriller doméstico, la mirada casi documental cuando corresponde, el documento periodístico, la disección del docudrama y el true crime, también judicial, de una historia abordada con poderoso estilo, sin desfallecer. Además, no rechaza las zonas más oscuras, no se regodea en lo escabroso y, sobre todo, imprime un intenso ritmo que ahonda en las estancias más esquinadas. De la mano de un reparto sin figuras, la serie sitúa al espectador, un tanto indefenso y a la intemperie, con el objetivo casi siempre cumplido de que sea un personaje más envuelto en incógnitas, en interrogantes, que se vea obligado a hacerse preguntas y sea capaz de enfrentarse a un terreno minado. Ahí donde la razón colisiona con la fragilidad, el desamparo con la incomprensión, la banalidad del mal y la redención imposible, lo físico y lo psicológico, lo social y lo íntimo. Siguiendo la estela de 'El cuerpo en llamas', pero con mayor solidez, sin dudar, esta incursión en el vértigo existencial y en el viaje al fin de la noche humana, en la oscuridad primaria, el retrato de Rosario Porto y Alfonso Basterra, es un cuadro tan contemporáneo como atávico, tan atractivo como repulsivo. Creadores y guionistas reman al unísono: atienden al detalle, imaginan y recrean los agujeros negros y mantienen una sana distancia.
De ahí que el sentido de lo imparcial, lo justo e injusto quede para bien y para mal en un limbo más resolutivo que narrativo. La vida sigue, parece decirnos la serie, mientras quedan los hechos como pendientes de algo, entre lo mediático y lo judicial, entre la rigurosidad y esa potencia dramática. Ramón Campos, artífice, junto su equipo, logra construir un relato que va más allá del caso e indaga en las relaciones materno y paternofiliales. El suceso de 2013, y lo acontecido después, es conocido. Pero la atmósfera, la intriga convertida en exploración humana meticulosa se traduce en unsa magistral mirada. Y si alguien desiste, Candela Peña deja el camino expedito.
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