Cartas muy marcadas
Cinesa, Yelmo y Ocine ·
El círculo, el rito y la monotonía narrativa no levantan nunca el vuelo sobrenatural y dedican la sesión a una mera invocaciónSecciones
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Cinesa, Yelmo y Ocine ·
El círculo, el rito y la monotonía narrativa no levantan nunca el vuelo sobrenatural y dedican la sesión a una mera invocaciónSumen tópicos y estereotipos y, en correspondencia, invoquen a lo más manido del género y se toparán con 'Tarot'. La cartelera de esta primavera parece también afectada por el cambio climático. Imprevisible, cambiante y propensa a generar desconcierto. En este clima, que no clímax, de ... ficciones desmayadas y franquicias estiradas en todas las direcciones, se enmarca la llegada de una entrega más, tan insípida como inane, vulgar y anacrónica en su aséptica nadería. El círculo, las cartas, el rito y la monotonía narrativa no levantan nunca el vuelo sobrenatural y dedican la sesión, la que discurre en pantalla y la del espectador, a una mera sucesión de sustos. Al menos hay que agradecer que no se adorne con discursos trascendentes ni mensajes mitológicos ni abalorios de salón. Pero la pareja de cineastas, Spenser Cohen y Anna Halberg, unida tras un cortometraje de realización conjunta, se limitan a mirar por el retrovisor a esas producciones repetitivas y machaconas de los ochenta y noventa con un profuso seguimiento adolescente.
País EE UU
Año 2024
Dirección y guion Spenser Cohen, Anna Halberg
Reparto Alana Boden, Jacob Batalon, Humberly González, Olwen Fouere
Género Terror
Algo así como una esqueje de 'Destino final'; ya saben, muertes consecutivas tras una premonición/maldición, pero esta vez sin necesidad de trayectos y sofisticación. Con las cartas boca arriba, más bien muy marcadas por un guion no apto para neuronas inquietas, 'Tarot' es una entrega innecesaria enmarcada en una zona de confort que solo provoca efectos nocivos en la inteligencia. Salvo excepciones inesperadas, la finura en el terror cada vez es más escasa, mientras crece la producción de filmes instalados en lugares comunes que parecen arrastrar la etiqueta de innecesarias. Spenser Cohen, dirigió 'Extinción', pero esta es su ópera prima a cuatro manos.
Tomar como referencia a Agatha Christie es otra de las opciones de la pareja, con apropiaciones de aquí y de allá trasladadas a un zodíaco maligno, entre criaturas deformes, más bien grotescas, y todo un catálogo de tentadoras prohibiciones que deben transgredirse para poder forjar eso que llamamos argumento. Supuestamente es una adaptación de 'Horroróscopo', novela de Nicholas Adams. Es indiferente. Todo es reiterativo, sin personalidad visual y cansino. En ese modus operandi letal astrológico da la sensación de que el único susto eficaz y original es el de cerciorarse de que es posible hacer una película sobre la muerte como mantra y no lograr traspasar las líneas rojas de un psychothriller. En modo desfile y feria, pero sin creatividad
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