Corazón, cazador solitario

Valoración

Datos

• País EE UU

El cineasta Robert Machoian pese a posarse sobre ese esquemático escenario de una pareja en crisis que decide concederse una tregua en forma de separación pactada, con hijos de por medio, asume a la hora de la verdad la categoría de intenso drama. El espectador incluso se siente obligado a juzgar, a tomar partido o simplemente a indagar entre lo que sabemos y no sabemos de esa pareja y sus opciones de futuro. El arranque, que no conviene desvelar, ya invita a indagar en el destino, en las razones, causas y caminos que los protagonistas barajan cuando la razón y la pasión entran en abierta colisión.

Realidad y deseo, conformismo y ansiedad, conservadurismo y rebelión son palabras mayores que parecen apelar a otros terrenos pero que la película del cineasta de 'God Bless the Child' y 'When She Runs' los utiliza como factores de un ensayo que parece un thriller y de un drama sentimental revestido de thriller. Combina además con destreza e inteligencia lo claustrofóbico y cerrado con planos de exteriores donde el silencio y la contemplación de la extrañeza toman el mando. Además de numerosas escenas de carretera, de falsas fugas o de acoso. El corazón, ese cazador solitario que escribiera Carson McCullers, dicta aquí el camino de lo comprensible y tranquilo a lo desaforado, terrible y desesperado. Machoian se apoya en el excelente trabajo de Clayne Crawford y juega con tempo y tensión para que el espectador valore los márgenes, la posibilidad de aceptar o la necesidad de ser rupturistas.

Estados de ánimo, encuadres opacos, sensaciones que mutan sin excesos y que van dejando una estela de inquietud. En ese pliegue entre el sosiego aparente y los sentimientos en carne viva el filme crece, se aferra a la mirada y se postula incómodo, con ese desasosiego que solo transpiran las obras que interpelan a lo más hondo de lo humano.--