
Crepuscularmente lúdica
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El oficio de Phillip Noyce y esa distante elegancia de Brosnan evitan que todo quede en historia criminal gastada, o en telefilme resabiadoSecciones
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El oficio de Phillip Noyce y esa distante elegancia de Brosnan evitan que todo quede en historia criminal gastada, o en telefilme resabiadoLo que preludia el filme y sus propios títulos de crédito es la imagen de un Brosnan vigilado o acorralado, al que alguien que no ... vemos obliga a quitarse la camisa y los pantalones. El resto está fuera de campo, o sugiere una elipsis que el espectador deberá descubrir después. 'Fast Charlie', rápido asesinando y pausado en plantear preguntas, refleja un personaje que, dado el actor que lo encarna, parece un cuñado de James Bond o la versión elegante, sutil, casi amable, del Denzel Washington que viene repitiendo una y otra vez ese vengador de 'The Equalizer'. La ficción, con toques de novela negra a la americana, discurre con un doble desafío: eludir la sensación de déjà vu y evitar el telefilme anecdótico, gastado y manoseado.
País EE UU
Año 2023
Director Phillip Noyce
Guion Lee Goldberg, Richard Wenk
Reparto Pierce Brosnan, Morena Baccarin, James Caan, Jared Bankens
Género Thriller.
El retrato del sicario de vuelta de casi todo, el crimen con muy poca o mucha cabeza, o simple rompecabezas, apunta a que el listón es insuperable. Pero aquí se suceden factores muy planificados que eluden la caída. Un director, Phillip Noyce, con mucho oficio, y un actor, Brosnan, que acapara el metraje, con capacidad de seducción casi suficiente para mantener el interés. A ello se suman diálogos afilados y algún toque de clasicisimo que adornan el objetivo lúdico. Por tanto, solidez, carisma y textura sin grandes alardes y un toque de comicidad, acentuado en el sello criminal, permiten elevar el sentido de un relato zarandeado por cierta finura y lucidez sobre la condición humana.
Además, Brosnan y el cineasta australiano de 'Calma total', 'Juego de patriotas' y 'Peligro inminente' optan con acierto por perfumar el guion de cierto aire crepuscular, desde el perfil de perdedor al enamoramiento con poso terminal. Lo que exprime al máximo el filme es esa idea del mercenario de vuelta de todo, sumergido en la vejez, que lo convierte en película pequeña que poco a poco se hace querer. El director de 'Lakewood', con Naomi Watts, viene gestando desde hace casi cuatro décadas una trayectoria sin sobresaltos con el thriller y el relato de tensiones y colisiones como eje dominante. En la piedra sin pulir que va construyendo el perfil de sus criaturas, muchas veces sin aristas, asoma el fallecido James Caan. Caos, ternura y comedia, un difícil cóctel que busca salidas tensando el entretenimiento y la violencia, lo irónico y la sequedad de un golpe suelto de ingenio. Un amable ejercicio de género que ni abraza ni daña.
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