

Secciones
Servicios
Destacamos
Woody Allen es un gran admirador de 'Bird', a la que considera la mejor película con el jazz al fondo. Ello representa una referencia de ... valor más que simbólico, dado su conocimiento de la música que impregna toda su filmografía y su labor de intérprete. 'Bird' combina lo académico y la improvisación, el cine de género y ese espíritu libre tan ligado al jazz que con un verso suelto se escurre entre los márgenes de una película con una puesta en escena precisa apoyada en la labor de un inmenso Forest Whitaker. Además es un título histórico dado que supuso la apertura de su etapa más personal. Primero porque es la primera película en la que no aparece como actor y segundo porque da paso a dos de sus obras maestras como 'Sin perdón' y 'Los puentes de Madison'.
País EE UU
Año 1988
Director Clint Eastwood
Guion Joel Oliansky
Reparto Forest Whitaker, Diane Venora, Michael Zelniker, Samuel E. Wright, Keith David, James Handy
Género Drama biográfico
Sala Náutica. Filmoteca UC. Este jueves.
A la hora de situar la recepción del filme queda claro que vivió cierta incomodidad con la coincidencia en el tiempo de otro título con ciertos paralelismos: la magistral 'Round Midnight' (Alrededor de la Medianoche) de Bertrand Tavernier con música de Herbert Hancock, basada en las vidas del pianista Bud Powell y del saxofonista Lester Young. Más estilizada y personal, en realidad constituye un buen complemento en el acercamiento de ambas, desde la devoción, al jazz. El saxofonista Charlie Parker, cuyo abuso del alcohol y las drogas –y descenso a los infiernos– marca su llegada a Nueva York, vertebra el filme de Eastwood que elude todos los peligros del biopic al uso y se eleva con efervescencia en secuencias donde la música, el alcohol y la intensidad emocional generan un ecosistema propio.
La distinción del músico que no bajaba de escala, de ahí su apodo, contrasta con una vida al límite y entre ambos extremos, el del fogonazo de creatividad, de apropiación de la vida en lo sublime y la desesperación y la tragedia, el cineasta de 'Million Dollar Baby' potencia la atmósfera, ese clima narrativo que va más allá de los hechos y datos de una vida. No hay ánimo biográfico, sino retrato de una pasión, recorrido por ese cordón umbilical de jazz y vida que resiste frente a la fragilidad de todo.
Entre flashbacks, fragmentación, estructura compleja abordada con claridad, capacidad de síntesis narrativa...todo construye el caleidoscopio de Eastwood tan austero como brillante, tan formal como ajeno a concesiones impactantes. Desbordante pero sobrio. La sentencia de Scott Fitzgerald, «no hay segundos actos en las vidas americanas», preside un filme que, al cabo, es el aliento musical de una forma de vida. --
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.