Secciones
Servicios
Destacamos
En ocasiones Woody Allen ha subrayado que «hacer películas es una maravillosa distracción». Si ese noble ejercicio crece hasta convertirse en una radiografía de la condición humana, en una construcción narrativa que refleja lo complejo de eso que llamamos vida entonces el cine adquiere su ... dimensión exacta. Eso es precisamente lo que el cineasta neoyorquino hace en 'Delitos y faltas', una de sus obras mayores. Una trama intrincada pero de engranaje perfecto en la que confluyen dos historias entrecruzadas, paralelas, trufadas de factores comunes o contradictorios que mezclan con precisión la ecuación de humor y drama. Partiendo del guiño a Dostoievski, el director de 'Melinda, Melinda', no se aparta de su microuniverso pero en las entrañas y entresijos de su mecano se filtran sutiles e irónicos retratos de amor y desamor, certeras reflexiones sobre la relación entre personajes y una atmósfera especial como de cínico encierro otoñal.
País EE UU
Año 1989
Director Woody Allen
Reparto Woody Allen, Alan Alda, Claire Bloom, Anjelica Huston, Mia Farrow, Martin Landau, Caroline Aaron, Sam Waterston, Joanna Gleason
Género Comedia dramática
Sala Ateneo de Santander. Lunes
Bergman, como en todo Allen, unas veces más acusado, otras menos, está presente como un fantasma, desde criaturas inspiradas en 'Fresas salvajes' a esas breves piezas de cámara donde confesiones, intenciones, silencios y deseos muestran su propia cartografía humana. La fotografía de Sven Nykvist, como ya sucediera en 'Otra mujer', estrecha aún más el lazo con el director sueco al tratarse de su operador fetiche.
Aunque las cuestiones religiosas y sentimentales, los enredos de dudas y certezas marca de la casa comparecen fielmente a la cita (entonces anual) de Woody Allen, en este caso engrandece su fascinante perfil coral con una profunda disección del bien y del mal. Ni que decir que no existen resquicios en un reparto sólido, tenso, que eleva la coreografía clásica de Allen, con Alan Alda, Martin Landau y Anjelica Huston como demiurgos que invitan al espectador a sumergirse en un mar de culpas, pensamientos y referentes intelectuales.
Muchos años después de 'Delitos y faltas' el cineasta regresaría con otro magistral ecosistema moral en 'Match Point'. Los dos ejes principales que atraviesan el filme, pese a su aparente distancia, conforman un todo entre la intriga, los saltos temporales y la sátira. Si en 'otra mujer' afloraban los versos de Rilke, aquí las referencias invocan a Emily Dickinson, a Schubert, a Hitchcock y a Edward G. Robinson en una burbuja tragicómica donde la culpa se erige en la reina de la función. Cada situación está sembrada por decisiones, indecisiones, miedos y duelos de humor y crimen.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.