Crítica de 'Un escándalo de estado': Una de cloacas
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El debate periodístico equilibra la denuncia política inmersa muchas veces en la confusiónFondo de reptiles, corrupción, entramado de métodos ilegales. El orden del mecanismo y los factores prácticamente no alteran el producto. Al cabo, todo remite a ese olor fétido de las cloacas del Estado. En ese engranaje, en el epicentro y en lo periférico, es donde ... se sitúa un filme más interesante que logrado, un thriller que coquetea con el drama cuyo mayor valor reside más en la potencia de los debates periodísticos recreados en 'Un escándalo de Estado', que len a confusa y solapada trama empeñada en explicarlo todo.
País Francia
Año 2021
Dirección Thierry de Peretti.
Guion Peretti y Jeanne Aptekman
Reparto Pio Marmai, Roschdy Zem, Vincent Lindon, Valeria Bruni Tedeschi, Mylène Jampanoï, Julie Moulier
Género Thriller
Salas Bonifaz. Filmoteca
Las reuniones editoriales en el periódico Libération resultan más ilustrativas que el tono y la puesta en escena de la investigación o el conflicto jurídico. Thierry de Peretti, cineasta hace una década de 'Les Apaches', aunque desde la serenidad, busca que todas las piezas del puzle encajen cuando en realidad lo importante ya lo ha conseguido al mostrar todos los escenarios implicados: el político social, el de los titulares y los informes sujetos a la veracidad o al interés particular, y el meramente judicial. Su puesta en escena, como ha demostrado en sus anteriores filmes, tiene la suficiente fuerza para que uno quede enganchado en la cadena asfixiante del sistema donde el narcotráfico y las luces y sombras del poder quedan a la intemperie.
Adquiere una progresiva potencia gracias a las interpretaciones, caso destacado de ese Vincent Lindon que mezcla ironía y cinismo en su encarnación de lo oscuro y las conversaciones de los personajes clave que interpretan Roschdy Zem y Pio Marmaï. Lo mejor del cineasta de 'A violent life', que no se prodiga demasiado, es la inteligente vuelta de tuerca. Lo que se cuenta, esa maraña de documentos, datos e investigaciones en una u otra dirección, se plantea desde la duda, desde el desconcierto, desde la posibilidad de que el camino sembrado sea más interesante que el resultado. Una madeja por desentrañar en la que, por cierto, no faltan las alusiones a los GAL.
La realidad es abordada con intensidad pero todo se inclina hacia lo oscuro de un pozo sin fondo, aunque se elude el maniqueísmo facilón. Pese a la sensación de que todo se diluye en el ruido, el filme francés posee rigurosidad formal, vocación inmersiva y una conciencia muy clara de que no es una cinta de denuncia, sino un retrato desde lo íntimo en lo tenebroso, en eso que presuponemos desbordante de manchas.
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