Crítica 'Luna nueva': Hechizo de talento

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• País EE UU

'His Girl Friday' con el periodismo como eje fundamenta su magia en el engranaje que enuncia y expresa su pareja protagonista. Hawks y el guion de Charles Lederer, a partir de la obra 'The Front Page', firman una de las cintas más divertidas de toda la historia del cine. Gran parte de culpa la tienen Cary Grant y Rosalind Rusell que transmiten la sensación permanente de vitalidad, complicidad y pasión al apropiarse de enredos, situaciones aparentemente nimias y ese mecanismo invisible, engrasado en todo momento en el que el cinismo, lo frenético, la puesta en escena y los duelos verbales encienden la pantalla.

La idea que Hawks propuso a Ben Hecht –que uno de los personajes fuera una mujer– trasladó el enredo a otra dimensión. Alquimia de encanto y noticia, de seducción y repulsión. Todo muy deprisa pero con mucho poso, el del cine y el periodismo auténticos, el de la vida con todas las letras. Una armónica caja de sorpresas que nunca decae. La canallesca del Chicago de los 30, la intensidad de los intérpretes, la exclusiva y lo emocional son los pilares de esta comedia inmortal que transpira inteligencia y elegancia irónica.

Una explosión de ingeniosa mirada en torno a la pasión por el oficio de contar cosas, el enamoramiento y el oficio de amar. La comedia siembra, azota y zarandea lo convencional y lo clásico, mientras el perfil de la mujer independiente, el poder de la prensa, la corrupción y la pena de muerte permiten alternarse con la tensión de la pareja. 'His girl friday, Mi chica Viernes', insiste y elude la censura de la época en denunciar la corrupción, desnudar a los políticos oportunistas y desbrozar el mundo de la prensa sensacionalista. Una de esas ocasiones para educar la mirada sobre la vida. Y el oído: «Walter, eres maravilloso. De un modo repugnante», le dice Hildy.