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En México la última película de Alfonso Albacete se ha bautizado como 'Juntos pero no revueltos'. La verdad que resulta igual de bobalicón y manido ... el título mexicano que el de 'La novia de América'. El acierto coral de la cinta reside en su buen reparto aunque no exista zumo agitado jocoso y no pueda evitar las escenas fundamentadas en estereotipos.
País España
Año 2023
Dirección Alfonso Albacete
Guion Alfonso y Charo Albacete
Reparto Miren Ibarguren, Ginés García Millán, Pol Monen, Eduardo Casanova, Pepa Charro, Diana Bovio
Género Comedia
Salas Cinesa y Yelmo
El cliché hispano azteca asoma en lo generacional, en el conflicto de los prejuicios entrecruzados y en una de esas sopas bobas de enredos y confusiones. Miren Ibarguren, maestra de ceremonias pese a no estar tan entonada, justifica el visionado haciendo en todo momento lo que toca. La construcción de comicidad baja solo cree en el disparate y en sus posibilidades de volverse loca hacia el final cuando ya es demasiado tarde para entrar en una función que se ha tomado mucho tiempo en dar vueltas innecesarias.
Cuando se quita de encima sus propios prejuicios y acude al desparpajo y la espontaneidad la comedia deja a la intemperie su esencia, ese universal e inagotable recurso del equívoco y las contradicciones de lo humano. Albacete que, salvo excepciones, se ha sumergido siempre en la comedia con su tándem con David Menkes, se ha prodigado poco en solitario. Ocho años han transcurrido desde que firmara 'Solo química' que pasó desapercibida. Ahora regresa con esta coproducción con México, con gracia diluida entre gachupines y tópicos interculturales. En la comedia hay algún gag estupendo pero también mucha salsa encajada con calzador.
El espíritu conciliador entre culturas afloran en una comedia que vuelve a tomar una boda (bueno, dos) como columna vertebral sumándose a las más logradas: '3 bodas de más' y 'Hasta que la boda nos separe'. El filme es desigual en tono y en hallazgos, a veces cree mucho en su argumento de sainete y otras se va por las ramas. Se difumina en una sofisticación mal entendida y no saca partido del todo a las situaciones ligadas a lo periférico sentimental y social, Incluso hay personajes sin consistencia como esa pareja interpretada por Monen y Casanova. No podían faltar los luchadores con sus máscaras y las colisiones sentimentales vía vulgaridad. Albacete, cineasta de 'Sobreviviré'. se mueve entre caricaturas, sátira gorda y una realización más cercana a lo televisivo. Entre lo pintoresco y el culebrón demasiado sobado a 'La novia de Ámerica' le sobra esa seguridad de contar una historia deja vu y le falta soltura, desenfado e insuflar energía en sus criaturas acartonadas.
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