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Como marcianada no tiene precio. Despreocupada también lo es. Un festival multifuncional, interdimensional, jocoso y alucinógeno, pero igualmente cansino. La estridente trama sirve de patente ... de corso y de pasaporte a la sobredimensión de todo. Es un multiverso sin rima donde el todo vale acumula gestos y acciones a modo de esponja absorbente de géneros, formatos, rizos lúdicos y salidas de tono.
País EE UU
Año 2022
Director Dan Kwan, Daniel Scheinert, Daniels
Reparto Michelle Yeoh, Jamie Lee Curtis, Ke Huy Quan, James Hong, Anthony Molinari, Audrey Wasilewski, Stephanie Hsu, Peter Banifaz
Sala Cinesa
Como ansiolítico para aficionados a levitar es quizás el título más adecuado. Tiene una extraña combinación de artes marciales, fantástico ilusionista mareante y ciencia ficción extravagante. Uno abre el melón y la tarta y, más que sorpresas, se encuentra con auténticos tropiezos de caos y absurdo en una coreografía explosiva, de arrebato y desmesura que o aceptas y te dejas llevar o se te atraganta. Un antiMarvel casero con antiheroína dispuesta a luchar contra todo lo que se mueve, empezando por la propia película de Dan Kwan y Daniel Scheinert (los Daniels).
En realidad una retorcida apuesta con muchas vueltas de tuerca de lo que fue 'Swiss Army Man'. Mundos infinitos, tramas caóticas, conspiraciones cósmicas entre villanas, inmigrantes chinos, universos de rocas parlantes y personas con salchichas como dedos. Las artes marciales, lo escatológico y las emociones o escenas sentimentales se abrazan a veces con extraña familiaridad. Pero salvo esos fogonazos el conjunto concentra todas sus bazas en esa radicalidad de puzle imposible de armar. Vuelve a las salas (aunque puede verse en plataforma) con todo el derecho, dado que se ha convertido en la sorprendente multinominada a los Oscar de marzo. Tras su estreno la pasada primavera este regreso permite calibrar si el tiempo ha dejado un poso y reposo en el rompecabezas de identidades e historias. No parece.
Todo gira sobre sí misma a modo de mezcla agitada, muy agitada, de imaginación, demencia y grandilocuencia. 'Todo a la vez en todas partes' juega a solapar uno y los otros, y sus destinos. Más que salvar al mundo, la referencia elogiosa es que cuando la película está al borde del precipicio logra su redención. Ya se dijo: Desmadre y descontrol se confunden en una historia que son muchas y ninguna y que tiene como maestra de ceremonias a Michelle Yeoh y a su oponente, una casi irreconocible Jamie Lee Curtis. No hay término medio ni los cineastas lo piden. Es original pero también pesada. Es espídica y serenamente consciente de su desbordante engranaje
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