Entre dos luces
Groucho ·
La vida abriéndose paso con Chernobyl al fondo. Amor fugaz de radiación y explosión, de azar y desastre, de accidente y fragilidad entre dos tiemposSecciones
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La vida abriéndose paso con Chernobyl al fondo. Amor fugaz de radiación y explosión, de azar y desastre, de accidente y fragilidad entre dos tiemposA veces amar, o no saber que se ama, puede ser una catástrofe. Y de ello va esta historia mil veces contada pero a la que se le han buscado resquicios, escapismo, desobediencia, un cuaderno de bitácora de deseo y verano que suele ser sinónimo. ... Entre dos luces, resplandores, deslumbramientos que enuncian inquietudes, asoman esas explosiones en rojo y azul del reactor de Chernóbil, que de forma estética y ética se hallan al fondo de 'Luz del 86'.
Año 2023
País Finlandia
Dirección Inari Niemi
Guion Juuli Niemi
Reparto Rebekka Baer, Anni Iikkanen, Laura Birn, Pirjo Lonka
Género Drama
Un filme liviano pero de aire y gesto pegadizo, de inocencia y decadencia. Esperanza y enfermedad, sombra de muerte e iniciación conviven con extraña demostración de naturaleza, de identidad y transparencia, y eso es lo más atractivo de la cinta dirigida por la cineasta Inari Niemi. Dos jóvenes actrices construyen con naturalidad un microuniverso de apariencias, temores, refugios, cobijos y escapadas. La luz tamizada y áspera de la dirección de fotografía de Sari Aaltonen contribuye a que las variaciones de luz, los cielos, los interiores estén de algún modo hipotecados por supuestos estados emocionales. Ese enigma que atraviesa el agua de un baño de adolescentes que se sienten atraídas, los cismas y abismos que les separan de lo adulto, o el rastro inasible pero omnipresente de las explosiones nucleares o las pastillas de yodo forman parte también de esta historia pequeña que participa tanto de las luces como de las oquedades de la fragilidad.
Lo ordenado y la ruina dialogan en un terreno compartido. Dos tiempos diferentes permiten el recuerdo y la reflexión. Es un trayecto entre lo resplandeciente y lo que ciega, la calma y la crueldad. Todo el filme es quizá un pulso entre lo incontrolable y la imposición, entre la sensación de libertad y la toma de decisiones personales y ajenas. No hay nada nuevo. Pero existe en el filme una especie de calidez formal y de lucidez en esa atmósfera edificada gracias a esa mezcla de lo estable y lo vulnerable que transmiten ambas protagonistas. Un primer amor de radiación y explosión, de azar y desastre, de accidente y luz permanente. Los efectos de la vida en expansión y en retroceso. De plenitud y de apagón. Algunas reiteraciones cansinas impiden que la película despegue. Por contra, nunca cae en artificios y procura aferrarse a cierta delicadeza a la hora de posarse sobre las cosas que discurren entre los pliegues de las luces moldeadas por los recuerdos.
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