Escombros muy humanos
Cinesa, Ocine y Yelmo ·
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Cinesa, Ocine y Yelmo ·
Mezcla muy eficaz de divertimento, grave ligereza sin frivolidad y mucho margen para que Powell y Daisy Edgar-Jones sean criaturas familiaresUn actor muy eficaz y repentinamente de moda. Y, en pantalla, las chispas de la química saltan con la actriz que asoma a su lado. Y como eje el tornado con todo lo que pueda implicar de espectáculos, efectos especiales y formas, rostros y maneras ... de un blockbuster sólido. Pero a esto 'Twister' suma un juego inteligente sobre la idea de destrucción, la fragilidad y el daño que en todo momento pone el foco en el lado humano.
Año 2024
País EE.UU..
Dirección Lee Isaac Chung
Guion Mark L. Smith
Reparto Daisy Edgar-Jones, Glen Powell, Anthony Ramos, David Corenswet
Género Acción. Aventuras.
Lo curioso de 'Twister' es que aunque la publicidad remita todo el tiempo a la sorprendente película de los noventa, la que ahora ha rodado Lee Isaac Chung, cineasta del excelente e intimista retrato familiar 'Minari', no puede considerarse ni secuela ni precuela. En realidad, es un episodio autónomo sobre un mismo ecosistema pero con una concepción que destila su propia personalidad visual y su manera de equilibrar el espectáculo con cierta atmósfera social. Han pasado tres décadas desde aquella aparición y el nuevo filme sobre cazadores de tormentas toma la decisión más importante: el pasado no se toca. El tiempo vuela, valga el chiste, y ahora hay otra mirada que no puede negar la tecnología, las redes sociales, la nueva forma de comunicarse o de silenciarse. El 'Twisters' 3.0 es una mezcla muy eficaz de divertimento, grave ligereza sin frivolidad y mucho margen para que Powell y Daisy Edgar-Jones sean criaturas familiares envueltas de forma accidental en un wéstern que parece torear el cambio climático.
Quizá la honestidad sea el acierto de la nueva entrega. No se oculta el tono comercial, el toque de cine juvenil de los ochenta y una respetuosa mirada a sus mayores. Pero bajo es capa ineludible en busca de la tormenta perfecta de la taquilla, Chung deja que vayan transparentándose simbólicas destrucciones muy humanas: las dudas, los miedos, emocionales y existenciales, ese trasfondo de América profunda, las tierras y habitantes olvidados, lo rural y lo urbano, el sentido solidario y de comunidad. Bajo los escombros no está la playa. El efectismo esperado está bien domado y lo aparatoso con toda su caligrafía de hipérboles se fundamenta en dosis muy pausadas y bien administradas. Lo que verdaderamente vuela alto es ese reconocimiento entre personajes y, por ende, al público, al espectador avezado y al neófito. Hay guiños bien encajados: 'El Mago de Oz', el autocine... Y por supuesto, la redención, que atraviesa la historia, sigue siendo el gran y auténtico tornado.
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