Hasta el fin del mundo

Valoración

Datos

• Año 1967

• País Reino Unido

• Dirección Stanley Donen

• Guion Frederic Raphael

• Reparto Audrey Hepburn, Albert Finney, Eleanor Bron, William Daniels

• Género Drama

'Dos en la carretera' es una disección, un 'Revolutionary Road' donde nada es estático y donde la amargura rueda con naturalidad como parte de los lugares, de los paisajes pero también de los interiores y recuerdos que cada uno lleva dentro. El comienzo no puede ser más explícito: Joanna y Mark pasan en coche delante de una iglesia de la que acaban de salir los novios: «No parecen muy felices», «¿Por qué iban a parecerlo? Acaban de casarse». El matrimonio y su engranaje, sus códigos, sus intercambios, sus miradas y silencios. El guión posee latidos y pulsos que suenan a verdad, a ecos imperecederos.

Brilla la escritura de Frederic Raphael y, nunca hay que olvidarlo, fue convocado muchos años más tarde, por Kubrick para 'Eyes Wide Shut'. En ambas hay un germen experimental que confluye en esa constante intención de dejar a la intemperie lo que no se dice, o lo que se da por supuesto, o lo que fluye de forma latente, visible o no. Esos vaivenes de la relación amorosa, con sus despertares y fogonazos y sus decadentes desembocaduras en tierra de nadie. El tándem Donen / Audrey Hepburn, muy trabajado, de 'Una cara con ángel' a 'Charada', en el filme que nos ocupa hace de lo luminoso un trayecto sentimentalmente dulzón pero también desgarrado. El cineasta de 'Profundamente en mi corazón' parece a veces uno mas de la nouvelle vague y, en otras ocasiones, es un cineasta que asfalta el camino de directores como Richard Linklater. Del zoom a ese estado cromático brillantes, y el montaje y la entrega de la pareja constituyen un álbum seductor vertebrado por los viajes que son reflejos de una vida de pareja. El desorden y el orden fragmentados a través de cinco periodos que conllevan otras tantas estéticas y cosméticas. Comedia y drama y la química de la pareja siembran esos saltos atrás y adelante, mientras los escenarios, los actos y las palabras son señales de su pasión y de su desencanto.