Guasa envuelta en gasa

Anyone But You. 2023. 103 min.EE UU. Dirección: Will Gluck. Guion: Gluck e IIlana Wolpert. Música: Este Haim, Christopher Stracey. Fotografía: Danny Ruhlmann Reparto: Sydney Sweeney, Glen Powell, Dermot Mulroney. Género: Comedia. Salas: Cinesa, Ocine y Yelmo.

La cosa es jocosa se mire por donde se mire menos en lo que concierne a la convocatoria: de comedia solo tiene el nombre, de inteligente, las intenciones, y de personalidad su dispersión, su difuso foco, su aceleración atrevida pero con el freno de mano puesto en una combinación inocente, o quizá simplemente controlada, de no despegarse de los estereotipos y de discurrir entre diálogos sinsorgos e insustanciales.

'Cualquiera menos tú', que se postula como una comedia romántica, es un endeble caparazón de enredos forzados con pareja dentro, que fundamenta su supuesta gracieta en la confusión y en la impostura. Nada nuevo a excepción del juego entre los intérpretes, esa cierta complicidad de chascarrillo, abrazos, manos en el trasero y gags que se anuncian tanto que ya no hacen nada de gracia. Peor aún es mostrarse como provocativa cuando resulta una ñoña vuelta de tuerca a la vulgaridad del cineasta de 'Rumores y mentiras', Will Gluck, cuya mayor construcción dentro del género es 'Con derecho a roce'.

En la que nos ocupa, los protagonistas Sydney Sweeney, de 'Euphoria', y Glen Powell, rostro cada vez más demandado, de 'La sociedad literaria y el pastel de piel de patata' a 'Top Gun: Maverick', abarca todos los estratos del vínculo argumental: desde la apariencia de pareja perfecta a una increíble primera cita, pasando por el juego del quiero y no puedo, ahora sí y ahora no, de la seducción para después discurrir entre el rechazo mutuo, el acercamiento de conveniencia, rechazo mutuo y el fingimiento como una de las bellas artes. En esta sucesión de fases encasilladas la cinta propone sin mucho éxito un juego de opuestos y contrarios, entre secundarios y escenarios apretados, que no encuentran el tono adecuado y que quedan a merced de si los protagonistas demuestran hallarse a gusto o no. Humor, palmito, alguna chanza y muchas dosis de chispa insuflada con maquillaje y capas y capas de ligereza.

Entre peleas, besos, miradas, envuelto todo en la excusa de un entretenimiento banal para justificar la falta de talento, priman en esta frivolidad previsible. En algún momento todo parecer acercarse o participar de aquellas comedias de salsa ácida que frecuentaron los Farrelly, con 'Algo pasa con ' a la cabeza. Pero es tan solo un mero espejismo para lo bueno y para lo malo, signo también de los tiempos que otorgan prioridad y autenticidad a lo aparente en detrimento de una opción, por ejemplo, satírica de las relaciones en este caso sentimentales y sociales.

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