Luz amarga en blanco y negro

Guillermo Balbona

Santander

Domingo, 5 de mayo 2024, 13:04

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Desde una ingenuidad muy planificada, más pensada que sentida, apuesta toda la ficción a una capacidad de sorpresa plasmada en sus escenas dramáticas reconvertidas en ... piezas de un musical perdido. Que es dulzona, a veces empalagosa, meliflua en ocasiones, resulta obvio. Pero tampoco lo oculta. Forma parte de una estilización tan extraña como errática. Anuncia intenciones, se postula en una dirección pero no acaba nunca de ser rotunda ni en su encanto de álbum con la memoria fragmentada, ni en su amargura vestida de cuento familiar, sueños de una vida mejor y fantasías sobre amores postergados. 'Siempre nos quedará mañana' es el retrato de una ilusión, con sus toques históricos ensartados como señales de una fábula social, muy, muy italiana, e interpretada con mucho tino. Tenemos a una esposa maltratada, a la Roma que sigue a la segunda guerra mundial y a Paola Cortellesi que ejerce de hada madrina (directora, guionista, protagonista...). El equilibrio entre drama y humor, entre lo cotidiano y lo posible extraordinario sobrevuela el espíritu del filme pero solo lo consigue en función de las situaciones y, únicamente, cuando algunos personajes de manera fugaz dejan de ser meras caricaturas.

Valoración

Datos

• País Italia

• Año 2018

• Dirección Paola Cortellesi

• Guion Furio Andreotti, Giulia Calenda, Cortellesi

• Reparto Paola Cortellesi, Valerio Mastandrea, Vinicio Marchioni, Romana Maggiora Vergano

• Género Comedia dramática

El blanco y negro parece servir de coartada sentimental para generar una especie de neorrealismo 3.0. Una película atractiva, aterciopelada pero también afectada y perfumada de algún modo. Abunda en los tópicos y a su vez trata de huir con recursos que demuestran más esteticismo y amaneramiento de estilo que verdadera coherencia. El minimusical y una coreografía de baile aplicados a la secuencia de los malos tratos resulta tan curiosa como epatante. Y el tono no acaba de concordar con la forma. Cortellesi vive su debut como directora con un honesto retrato de ese 'día siguiente' esperado por muchas mujeres.

Quizá su intento de intemporalidad y su mirada en suspenso sobre las cosas dramáticas discurre en un sótano, entre bofetones y canciones que parecen desmentir la realidad, caso de 'Aprite le finestre', de Fiorella Bini. Un todo que parece 'La vida es bella' en una posguerra romana tragicómica, entre fogonazos de mucho talento y algo de brocha gorda. Es esa desigualdad y distancia, la de los brotes dramáticos entre madre e hija por ejemplo, y esa composición costumbrista que a veces se diluye al primar la forma. La tensión entre la oscuridad, muchas veces en elipsis, y lo luminoso.