Con marca de futuro

Bonifaz. Filmoteca de Cantabria ·
Rodrigo Cortés, con Scorsese no muy lejos, saltó al largo con un atrevido artefacto, tan ácido como desigual, excesivo como debe ser todo debut

Guillermo Balbona

Santander

Lunes, 8 de julio 2024, 10:54

Es curioso pero el impacto causado por 'Buried' –lógico por otra parte– ha provocado en el tiempo que se asumiera ese título como la ópera prima del cineasta y escritor Rodrigo Cortés. Sin embargo, el autor de cortometrajes como 'Los 150 metros de Callao' dio ... el salto al largo con 'Concursante', una muy singular obra, personal y arriesgada, histérica a veces, que vista hoy puede considerarse clave para adentrarse en las obsesiones y querencias de este creador. Kafkiana a veces, desesperada y muy (de)pendiente de dejar huella de estilo, y también desigual o fallida, según las situaciones y las miradas.

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Año 2007
País España
Dirección y guion Rodrigo Cortés
Reparto : Leonardo Sbaraglia, Chete Lera, Miryam Gallego, Fernando Cayo
Género Comedia satírica

En vísperas de estrenar 'Escape', producida por Martín Scorsese, y mientras profundiza aún más en su carrera literaria con artefactos muy originales, lo cierto es que no es banal esa conexión y 'Concursante' revela a un director nada ajeno al cineasta de 'Uno de los nuestros'. Su película como debutante muestra a un personaje que retrata inmerso, manipulado retorcidamente y desgarrado por los mecanismos del poder y, al tiempo, desde su propia narrativa, nos enseña a su criatura a través de acciones que se van sucediendo de manera envolvente y que le sirven a su vez al propio cineasta para desvelar la diversidad de recursos de su cine. Un dominador de muchas facetas que, como ha ratificado en su filmografía, se mueve entre la destreza y el virtuosismo (El amor en su lugar).

Entre la sátira social –se echa de menos más radicalismo ideológico y sociológico– y la tragicomedia, el gallego firma su particular 'Jo, ¡qué noche!' con un Leonardo Sbaraglia, como casi siempre, absolutamente inmenso. El debut de Cortés, el mismo año en que asomaron cineastas con mucho guion y ganas de contar dentro, caso de Daniel Sánchez Arévalo, se traduce en el perfil de una pesadilla, la misma, en otros contextos, que vivirán otros de sus personajes futuros. El director de '15 días' habla de lo obvio, la falsa felicidad, el dinero, sus interrelación, pero especialmente se decanta por elementos surrealistas a la hora de enfrentar la identidad, el sistema, los resortes perversos del capitalismo. Del homenaje a 'El crepúsculo de los dioses' a la solapada aparición de destellos visuales. Efectista muchas veces, Cortés parece más preocupado en ese inicio creativo por dejar a la intemperie su capacidad para construir, desde lo experimental al montaje, un laberinto de conspiraciones, tan crítico y ácido como devorado en ocasiones por los excesos de estilo.