Maternidades

Valoración

Datos

• Año 2024

• País España

• Dirección Mar Coll

• Guion Coll, Valentina Viso

• Reparto Laura Weissmahr, Oriol Pla, Giannina Fruttero, Magali Heu

• Género Drama

Existen muchas creaciones cinematográficas –desde las que hacen hincapié en la atmósfera a los retratos de fragilidad– que se han centrado en las implicaciones psicológicas, en la depresión post parto, en las obsesiones. Y en muchas ocasiones con el terror como coartada o ejercicio vertebrador. Ahí está esa obra maestra de Polanski, 'La semilla del diablo', o 'El ente', por no entrar en otras hipérboles, fábulas y sátiras. En su tercera cinta como cineasta, Mar Coll se mueve sobre un afilado y delicado argumento de infanticidio, explotando al máximo lo espinoso y dramático, sin que ello sea óbice para sembrar este territorio de connotaciones reivindicativas feministas nada burdas, citas incluidas.

La directora catalana de 'Todos queremos lo mejor para ella' demuestra una capacidad de serenidad, de poso a la hora de convertir 'Salve María' en un catálogo/álbum arriesgado sobre el mapa emocional de una madre primeriza. Y lo hace con dos pilares que nunca tiemblan: construir a través de zonas de intimidad, escenas de soledad y miedos primarios un retrato complejo, incómodo, asfixiante con formas y fórmulas de thriller. Un filme que muchos otros hubiesen derivado hacia terrenos sensacionalistas. Coll, sin embargo, nunca se distrae y mantiene 'Salve María' en una exploración en femenino singular que se adentra en lo oscuro pese a la envoltura luminosa, a la referencia al alumbramiento, hasta mutar en un delicado objeto de terror fino. Una agitada mirada sobre la fragilidad. El otro pilar es Laura Weissmahr, actriz que realiza un tremendo despliegue de expresiones. Basada en el libro 'Las madres no', de Katixa Agirre, el desasosiego, lo enigmático y lo profundamente humano se funden en una mezcla de tristeza y cansancio. Todo ello impregnado de una crítica a la imagen idealizada de la maternidad. Lo religioso y lo onírico también se mezclan en un diálogo de martirio y tiniebla. Una pesadilla, cargada de referentes, espesa pero perspicaz, entre lo real y lo imaginado. Perturbadora, pero elegante en su sobriedad con todas las puertas abiertas.