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Bâtiment 5. 2023. 105 min. Francia. Dirección: Ladj Ly. Guion: Ly y Giordano Gederlini. Música: Pink Noise. Fotografía: Julien Poupard. Reparto:Anta Diaw, Alexis Manenti, Aristote Luyindula, Steve Tientcheu. Género: Drama social Salas: Groucho.
La marginalidad, las periferias, la desigualdad social, la gentrificación, el eterno duelo entre progreso y preservación de las identidades...todo esto y más está implicado en 'Los indeseables'. Un drama social destinado a escocer y a provocar picazón en algunos ordenados gestores de la cosa, pero al que le falta ardor guerrero y militancia de trinchera. Incluso la dinamita visual a la que nos tiene acostumbrados Ladj Ly, el retratista de la banlieue desde que causara furor con 'Los miserables', parece algo mojada en esta ocasión por culpa de una clara indefinición de estilo, tono y prioridades a la hora de abordar un mundo que conoce al dedillo pero que afronta entre dudas. Hacer más o menos un cine de denuncia, quedarse sobre la superficie del thriller para quizá llegar a otros tipos de públicos y encontrar un difícil equilibrio entre su innato talento para la potencia visual, y desnudar un engranaje político e institucional con un guion maniqueísta y poco sutil.
Es innegable su cine combativo, su destreza para meter el dedo en las heridas abiertas de una Francia (de toda Europa) donde cada vez es más notorio y acusado el fracaso del Estado y más visible la gangrena de una sociedad ajada por la desigualdad y el racismo. Premiado en Cannes con su potente thriller 'Los miserables', en su andadura Ly no ha hecho sino retorcer, estrechar el círculo y asfixiar la mirada en torno a esa periférica concentración de suburbios (aunque la banlieue francesa y parisina, en particular, tienen su propio sello) para destilar la solapada sucesión de problemas y debates tensionados hasta la violencia.
El arranque de 'Los indeseables' es tan revelador como impresionante. Un velatorio, una reunión de familiares de diversas generaciones de inmigrantes africanos, en un escenario casi claustrofóbico: un edificio de viviendas destartalado. La secuencia muestra cómo, debido a la falta de medios, el féretro de la fallecida deberá ser sacado a través de una angosta e interminable escalera. En este caso, el cineasta de 'Atenea' viaja alrededor de la especulación inmobiliaria, mientras brotan las señales de racismo, los abusos, la ausencia de sensibilidad social.. Y todo ello guiado a través de los ojos y la acción de una trabajadora social en rebelión, encarnada por la excelente Anta Diaw.
Es un filme irregular, cargado de potencia visual pero carente de irónica elegancia para señalar y hurgar. En cualquier caso una obra necesaria al coincidir con los resultados electorales europeos que auguran que la denuncia se le ha quedado muy corta a Ladj Ly.
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