
Muerte pública
Cinesa, Yelmo y Ocine ·
La franquicia se apuñala hasta jugar irónicamente, con ritmo y divertimento, a la metaficción más conscienteSecciones
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Cinesa, Yelmo y Ocine ·
La franquicia se apuñala hasta jugar irónicamente, con ritmo y divertimento, a la metaficción más conscienteComo una pieza de arqueología única en el tiempo queda aquella 'muerte en directo' de Bertrand Tavernier. Un certero, casi visionario documento que señalaba el ... camino de lo que ahora es una normalización de la muerte como espectáculo. Y lo que es peor ese interés por retransmitir la vida en directo a través de móviles y redes sociales mientras se escurre exenta. 'Scream', en su sexta entrega sin ningún ánimo de parábola moral, pero sí de divertimento, deja a la intemperie a su asesino, a su 'Ghostface' particular, mientras la sangre se hace pública. Un supermercado o el metro. Ya es igual.
País EE UU
Año 2023
Director Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett.
Guion James Vanderbilt, Guy Busick.
Reparto Melissa Barrera, Jenna Ortega, Courteney Cox, Jasmin Savoy Brown
Género Terror
El asesino en serie ya es carne de sátira. El escenario se socializa y es más cosmopolita que nunca. Nueva York es el icono ideal. A partir de ahí estamos ante una franquicia slasher que bate todos los récords de apuñalamientos. Es una saga consciente de sí misma que tiene siempre presente, y ahora más que nunca, todo el material metacinematográfico que lleva dentro. Es terror lúdico que, como en la escena de los disfraces, ironiza con la posibilidad de que cualquiera puede ser el asesino. Funciona el miedo colectivo, pero también en la sociedad del espectáculo, la inacción, la indiferencia ante el sufrimiento ajeno. Los más aferrados a 'Scream' disfrutarán con sus vueltas de tuerca: la recuperación de personajes, caso de la reportera Gale Weathers, aunque se note la ausencia de Neve Campbell, más los juegos amorosos, mientras el pasado vuelve una y otra vez con sus sombras. Melissa Barrera y Jenna Ortega encabezan el reparto y mantienen el tipo en un filme resabiado, que maneja tan bien ritmo, burla y sarcasmo como el inmortal cara de susto, sus cuchillos y navajas.
Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gille vuelven a dirigir 'Scream' y quizás le imprimen ese regustillo divertido y ácido pero más sangriento que el que rezumaba su 'Noche de bodas'. Su mayor valor radica en que convierte el tópico, el ingrediente propio del subgénero en otro acicate más, desde la llamada inoportuna al susto, de la sospecha infundada al inocente que va por libre. Es esa conversión del espectador en uno más de los cuatro supervivientes dispuestos a dejarse mecer por la cuna salvaje de un entretenimiento que acuchilla todos los lugares comunes sin despreciarlos. Ya son más de veinticinco los años en los que Wes Craven firmó la revitalización del género. Ahora la cosa coge carrerilla, secuela de la recuela y tiro porque me toca, al hacer hincapié en la importancia de sus personajes y en esa recreación casi cínica en sus propias armas (cuchillo en ristre).
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