
Omar Sy no manda
Cinesa ·
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Entre contradicciones, nunca llegan a casar la denuncia colonialista con la descripción de la guerra y el melodrama familiarMonótona, insípida, reiterativa. Pese a algunas imágenes de tono ilustrativo que reflejan la suciedad bélica, el resto es un bucle bienintencionado entre el retrato humanista ... en el epicentro de la guerra y una crítica al pasado colonial y a las nuevas formas de colonialismo. Pero la puesta en escena más bien plana, el martilleo de dos o tres ideas repetidas hasta la saciedad ('vamos a tomar esa colina', se escucha hasta la saciedad) y el doblaje absurdo contribuyen a que 'Padre y soldado' se torne insustancial. El drama supuestamente antibélico cae hacia el final en muchas contradicciones.
País Francia
Año 2022
Dirección Mathieu Vadepied
Guion Olivier Demangel, Mathieu Vadepied
Reparto Omar Sy, Jonas Bloquet, François Chattot.
Género Drama/Bélico
El retrato paternofilial se enreda por su falta de claridad y por no optar del todo por algunas de las posibilidades abiertas. La jerarquización militar, la deshumanización, el absurdo, los límites de la disciplina, la autoridad son factores imbricados que se enuncian sin emoción al sembrar el barro, el ruido y las trincheras. Para abordar esta enredadera tan trascendental y grave en la que quedan atrapadas la migración, el desarraigo, el patriotismo, la épica, la picaresca, la supervivencia, el cineasta Mathieu Vadepied, director de 'La vie en grand', y operador de filmes como 'Intocable', recurre precisamente a la estrella que protagonizaba ese fenómeno comercial: Omasr Sy. Pero la empatía y simpatía que suele desprender el actor aquí ni sirven ni otorgan una energía especial al personaje que parece fuera de sitio. Por si fuera poco la película sometida al doblaje pierde uno de sus elementos singulares , ese cuidado y rigor a la hora de reflejar la huella de dialectos y lenguas africanas, con lo que en determinadas conversaciones la confusión se suma al sinsentido intrínseco en 'Tirailleurs' (su título original).
Situada la trama en la Primera Guerra Mundial, cuando los altos mandos del ejército francés entraban en Senegal y secuestraban a los jóvenes en edad militar para reclutarlos, nunca llegan a casar la aparente denuncia, con la descripción un tanto tibia de la guerra y el melodrama familiar. El filme, que se cierra en una imagen curiosa, zorro incluido, bajo el Arco del Triunfo en París, resulta desdibujado y solo en el desengaño del hijo y en el combate del padre a la hipocresía asoma algo de verdad. El recuerdo de 'Capitán Conan' de Tavernier y, por supuesto, de 'Senderos de gloria' de Kubrick, pesan demasiado. Además el tufo triunfalista francés extiende una sombra sobre las intenciones críticas. El tono y el tempo también chirrían. El primero atemperado. El segundo fallido en su elección acelerada en ocasiones, o de subrayada morosidad en otras.
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