Una parábola necesaria
Groucho ·
Una sucesión de heridas abiertas envueltas en un aliento de esperanza. Loach en estado puro frente a la barbarie de la ignoranciaSecciones
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Groucho ·
Una sucesión de heridas abiertas envueltas en un aliento de esperanza. Loach en estado puro frente a la barbarie de la ignoranciaSi no existiese Ken Loach habría que inventarlo. Precisamente quienes le acusan de regodearse en la pedagogía y lo didáctico militante en la denuncia de las injusticias, son los mismos que ignoran o no quieren ver que el verdadero grito del presente es el que ... reclama dignidad, vidas dignas frente a toda forma de abuso e insolidaridad. De ahí la necesidad de su cine. Además, su mejor respuesta a los detractores de su obra se asienta precisamente en la coherencia de su filmografía que, pese a baches y fallidas incursiones en algunos terrenos, deja un listón tan elevado como rotundo en su disección social.
País Reino Unido
Año 2023
Dirección Ken Loach
Guion Paul Laverty
Reparto Dave Turner, Ebla Mari, Debbie Honeywood, Andy Dawson
Género Drama
De igual modo el discurso político superficial de quienes impugnan su cine son esos que no soportan que ponga en evidencia una sociedad cada vez más sumergida en la desigualdad, o que deje a la intemperie las grietas de la Europa del mercado. Si nos atenemos a las propias declaraciones del cineasta de 'Lloviendo piedras', 'El viejo roble' es su testamento. Y nada mejor que subrayar, reforzar y procurar que las ramas de su árbol cinematográfico sean más consistentes que nunca y contengan la savia de los mensajes más diáfanos a la hora de desnudar el tronco podrido enraizado en el racismo, la xenofobia, la intolerancia y la cerrazón. Ken Loach, desde el terrorismo y las cloacas del Estado en 'Agenda oculta' a 'Yo, Daniel Blake', donde la persona queda desamparada frente a la maraña administrativa, ha sembrado el camino durante seis décadas de lúcida amargura, de humanismo social y de conmoción a la hora de incomodar y zarandear.
Desde su 'Pobre vaca' Ken Loach suma y solapa historias, muchas veces pequeñas pero no menos reveladoras, del totalitarismo y la insolidaridad, donde el concepto de comunidad, la marginalidad, el desempleo, los sueños rotos, la explotación y los nuevos esclavismos han estado presentes en sus construcciones. 'El viejo roble' viene a ser una depurada síntesis de su compromiso. En su despedida es capaz con naturalidad pasmosa de abordar un relato ilustrativo y contundente de viejo pub, refugiados, desfavorecidos y mensajes de la ultraderecha que envenenan la vida cotidiana. Un emotivo desgarro, el de la venda de la clase trabajadora, mostrado con la eficacia habitual de su guionista de cabecera, Paul Laverty. Nobleza, quizá unas dosis de necesaria ingenuidad y memoria y música de fondo. En su hondura solidaria y reivindicativa subyace una parábola sin resquicios, una crónica de colisiones culturales envueltas en un aliento de esperanza. Loach en estado puro frente a la barbarie de la banalidad más lacerante.
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