
Poética de la fragilidad
Filmoteca de la UC ·
Hay melancolía, nostalgia, fotografías fragmentadas y entre las grietas y las heridas asoman el humor, los temblores y los miedosSecciones
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Hay melancolía, nostalgia, fotografías fragmentadas y entre las grietas y las heridas asoman el humor, los temblores y los miedosSin descender a lo meloso, con esa atmósfera diluida entre brumas poéticas, recuerdos fragmentados y una difusa frontera entre lo real y lo onírico, se ... enfrentó John Boorman a la cicatriz de la guerra en la infancia. 'Esperanza y gloria' es un filme poético que a veces golpea desde la obviedad de las entrañas lacerantes y otras discurre con levedad como posándose sobre los restos de imágenes que trae el pasado. El cineasta de 'El sastre de Panamá', que alcanzó el prestigio unánime de la crítica con 'Deliverance', construyó su particular mirada sobre las huellas de la guerra con este drama bélico por fuera con textura de cuento o fábula catalizada desde la extrañeza. Más que la fidelidad a unos hechos y la recreación de escenas y escenarios bajo las bombas de la Segunda Guerra Mundial, Boorman edifica las sensaciones, respiración y voces de una época.
País Reino Unido
Año 1987
Dirección y guion John Boorman
Reparto Sebastian Rice-Edwards, Geraldine Muir, Sarah Miles, David Hayman, Sammi Davis
Género Drama
Hay melancolía, nostalgia, fotografías fragmentadas, postales ajadas, y entre los entresijos, las grietas y las heridas asoma el humor, los temblores y los miedos. En realidad podría hacerse un juego de miradas paralelas entre la película que nos ocupa del cineasta de 'Un país en Africa', y la reciente 'Belfast' de Kenneth Branagh. Separadas por el color y el blanco y negro de una y otra, caben destellos compartidos a la hora de inocular una mirada esperanzadora, un quiebro cuando el dolor y la tristeza se apoderan del estado de las cosas. Una cierta mentira que a modo de antídoto se insufla en el epicentro de la memoria.
Un juego entre el deseo, la identidad y el aprendizaje que pliega lo dulce y amargo con idénticas dosis de lucidez. A su manera, con la música y lo coreográfico como bandera, se asemeja a ese pequeño gran teatro del mundo que suele montar Terence Davies, cineasta de 'Voces distantes'. En el caso de Boorman, que siempre ha tenido especial querencia por ahondar en el pasado y lo nostálgico, entre documentales y recreaciones, planteó una entrega de continuidad en 'Reina y patria', devorada por el academicismo. Sebastian Rice-Edwards ejerce en 'Hope and glory' de alter ego del director, y lo autobiográfico, a modo casi de álbum familiar, se mueve atractivo pero inevitablemente irregular entre la épica y lo emotivo. Pero donde brilla con luz propia 'Esperanza y gloria' es cuando deja que fluya en libertad la mirada inocente, en ese primer tramo del filme, en la construcción de un lenguaje propio sobre la realidad, desde el libre albedrío y la pureza de los primeros descubrimientos de la fragilidad--
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