

Secciones
Servicios
Destacamos
Empire of Light. 2022. 119 min.Reino Unido. Dirección y guion: Sam Mendes. Música: Trent Reznor, Atticus Ross. Fotografía: Roger Deakins Reparto: Olivia Colman, Micheal ... Ward, Colin Firth, Toby Jones. Género: Drama romance. Salas: Groucho. Mañana domingo. Ciclo aniversario.
Prioriza la elegancia, cierto esteticismo que deja al argumento levitando. Hay tanto homenaje dentro que a veces se olvida de la entraña de su objetivo, de la lente, del camino por la luz que alumbra una doble historia: la de citarse con las salas de cine y la de una cita de amor. Podría haber sido el 'Breve encuentro' XXI iluminado por ese haz de luz que proyecta historias, lugares y personas. 'El imperio de la luz' pasó injustamente sin pena ni gloria por la cartelera. Y de igual modo, tampoco mereció ser elevada a los altares que prometían las expectativas creadas por su director, Sam Mendes, y su relato de un elogio del cine como ceremonia vital.
El cineasta de 'American Beauty' se queda atrapado entre ambas intenciones y ni profundiza en ese romance ambientado en la costa inglesa en los ochenta ni deja que vuele libre su homenaje a la sala de exhibición en peligro de extinción y a la forma de mirar y admirar. Hay en su metraje una hermosa postal detenida en el tiempo, un fragmento de evocación y de infancia disecada en su propia invocación. Es hermoso el vínculo que enuncia el filme de Mendes entre una encargada y un joven acomodador de un cine de provincias. Pero al cineasta de la espléndida 'Camino a la perdición' y de esa magistral 'Revolutionary Road' le falta incendio, llamas en donde la pasión arda más allá de ese preámbulo maravilloso en lo visual y de la excelencia del operador Roger Deakins que parece bendecir cada imagen reivindicativa del cine.
La puesta en escena de un clasicismo desbordante no se acompaña de hondura. Mendes araña la superficie del romance y se queda en la pátina de la devoción. Olivia Colman llena los entresijos y costuras que va dejando como pisadas leves la pérdida de sensorialidad del filme. Aunque el cineasta salpica su cinta más intimista de aspectos sociales como el racismo, de tragedias colectivas e individuales, no acaba de equilibrar el subrayado de la soledad y el vacío con la trascendencia poética del cine. Falta entraña al drama, intensidad para lograr que su reclamo del ritual del cine como senda de transformación tenga una densidad emocional más allá de la mera ilustración.
La sutil entrega y correa de transmisión de la actriz parece cada vez más alejada, en sus delicados planos, de la cámara que busca de manera fallida una cumbre visual definitiva. Ambas declaraciones de amor carecen de luz interior.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.