
Primavera negra
Groucho ·
Supervivencia, injusticia y tono poético en el deambular del joven que grita libertad siembran una historia que se diluye entre génerosSecciones
Servicios
Destacamos
Groucho ·
Supervivencia, injusticia y tono poético en el deambular del joven que grita libertad siembran una historia que se diluye entre génerosLa poblada coproducción, muchos países implicados, parece haber contagiado al retrato del debutante en la ficción, Lotfy Nathan, neoyorquino de origen egipcio que recurre a ... la mezcla de géneros. En ese mapa de pluralidad en la factura y en el estilo se asienta una historia tan recurrente como necesaria. 'Harka' (nada que ver con un filme de Carlos Arévalo y Alfredo Mayo en los inicios de la dictadura con idéntico título) alude aquí a la voz árabe que significa 'quemado', como así refleja el perfil de su personaje encarnado magistralmente por Adam Bessa, joven intérprete premiado en Cannes que, junto a la fotografía, es lo más sólido de la cinta. 'Solo contra el aire' es una de las frases que se escucha en una travesía a veces hacia ninguna parte, otras con destino previsible, entre la huida y la regeneración.
País Francia
Año 2022
Dirección y guion Lotfy Nathan
Reparto Adam Bessa, Najib Allagui, Salima Maatoug, Ikbal Harbi, Mohamed Ouni, Khaled Brahem, Moez Hannachi
Género Drama
Bueno es tener presente que 'Harka', además, es un término que designa a los emigrantes que cruzan el Mediterráneo. Fiereza, rebeldía están presentes en una huida hacia adelante que se contrapone a la querencia por las raíces familiares. Nathan procede del campo documentalista, al que abonó con un singular filme '12 O'Clock Boys' sobre una banda de ciclistas ilegales en Baltimore. En las antípodas sitúa su ópera prima que, en cierto modo, trata de convertirse en un exponente de las frustraciones, olvidos y decadencias que las primaveras árabes han mostrado con el paso del tiempo, difuminadas o simplemente disueltas en su materia revolucionaria. En 'Harka' es Túnez y la primavera que estalló en 2010-2011.
Entre la falta de futuro, la corrupción y la desigualdad cada vez más pronunciada el joven Ali cuenta su testimonio. En el filme reside una lucha interna entre lo documental, el realismo y la forzada necesidad de aplicar géneros a las distintas situaciones. Un pulso del que la película no sale bien parada, pese al interés de la apuesta, porque tan pronto el drama muta en realismo social, puro y duro, en mera crónica, como en thriller y wéstern de resistente solitario.
No hay cohesión en la mirada. Supervivencia, injusticia y tono poético en algunas representaciones sentimentales del joven que grita libertad siembran la historia. Esa sensación desesperada de la inútil búsqueda de salidas quizá constituye lo más valioso. La piel y las heridas del personaje y los suyos asoman en toda su dimensión pero la película se revela débil y dispersa a la hora de mostrar en conjunto la indiferencia social y la rutina del dolor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.