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Ateneo. Lunes. Ciclo ·
Frankenheimer logra una equilibrada narración donde los diálogos, los actores y las situaciones siempre reparten su dosis acertada de protagonismo y tensiónLos planos imponentes de los rostros de Burt Lancaster y Kirk Douglas tienen algo de sentencia narrativa. Pero realmente a John Frankenheimer, cineasta de 'El tren' y 'El hombre de Alcatraz', no le hace falta. Potencia a la hora de abordar los hechos, pulso sin ... desmayos, 'Siete días de mayo' quizá podría verse ahora como un disparate: un golpe de Estado, la Guerra Fría desde los despachos, un enigmático general que pretende derrocar al presidente de EE UU constituyen factores un tanto epatantes. Pero la evolución de la política estadounidense en los últimos años permite una imaginación febril a la hora de valorar este, por otra parte, excelente thriller político en el que se solapan militares desencantados, miedo casi atávico a que los soviéticos acaben por tomar el control y una cuenta atrás más emocionante que la carrera espacial.
Año 1964
País EE. UU.
Dirección John Frankenheimer
Guion Rod Serling
Reparto Kirk Douglas, Ava Gardner, Burt Lancaster, Fredric March
Género Thriller político
Con un reparto descomunal, se revisa este lunes con un acicate más –si es que la película los necesita– como es el hecho de proyectarse en vísperas de las elecciones de EEUU. Entonces no había redes sociales y los miedos eran otros. Pero el filme del cineasta de 'Plan Diabólico', estrenado en los años sesenta, posee una intensidad y un carácter visual excitantes.
Esas imágenes de manifestaciones enfrentadas ante la Casa Blanca desprenden un aire de premoniciones y subrayan con atmósfera documental la ficción mediatizada por los tiempos de la Guerra Fría. Basada en la novela de Fletcher Knebel y Charles W. Bailey II, Frankenheimer con ciertas connotaciones y paralelismos con 'El mensajero del miedo', fechada apenas dos años antes, es una crónica que apuesta por el suspense sin bajar la guardia. Todos los aspectos de producción y dirección artística, o la banda sonora de Jerry Goldsmith, fiel colaborador del cineasta, imprimen una empática vehemencia y vigor. Una historia que contó con el apoyo de Kennedy. Además no hay que olvidar que buena parte de la viveza y energía que mantiene hoy en día el filme se debe al guion de Serling, firmante de la histórica serie 'Dimensión desconocida'. Aunque el efectismo es tentador, el sensacionalismo una salida fácil, incluso la distopía un ingrediente para potenciar otros caminos, 'Siete días de mayo' tiene su mejor baza en la sobriedad, en la lucidez para conceder valor a los objetos y a la técnica. Decorados y planos dialogan para crear un vehículo de enorme potencial visual como si se permitiera al espectador adentrarse en un reportaje en tiempo real.
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