
Puro cine noir
Filmoteca UC (Náutica) ·
Dos estrellas debutantes, un ambicioso guion, una compleja estructura y un cineasta que exprime cada plano. Fisicidad y sensualidad tras lo turbioSecciones
Servicios
Destacamos
Filmoteca UC (Náutica) ·
Dos estrellas debutantes, un ambicioso guion, una compleja estructura y un cineasta que exprime cada plano. Fisicidad y sensualidad tras lo turbioEsperar al destino como una cita inexorable. Y a continuación contar lo que forjó el pasado. Entre dos tiempos, tejiendo y desmadejando secuencias temporales, entre ... flashbacks –más de una decena– y una construcción paralela dramatizada entre el ayer y el presente diseccionado, conforman el ADN de esta obra maestra. Un aparentemente complejo mecano noir de puntos de vista, relato fragmentado, entre la ambición y lo estilizado. Y para ello un guion con firmas como las de John Huston y Richard Brooks, y una escritura en el origen: la de la novela corta del Nobel Ernest Hemingway. Con un pulso narrativo firme e intenso, el debut en la pantalla de Burt Lancaster (para siempre El Sueco citándose con la muerte) y una de las primeras presencias de Ava Gardner ponen notas históricas a pie de página a un filme que casi no lo necesita.
País EE UU
Año 1946
Dirección Robert Siodmak
Guion Richard Brooks, John Huston
Reparto Burt Lancaster, Ava Gardner, Edmond O'Brien, Albert Dekker
Género Cine negro
Su magistral estructura, su fuerza dramática y ese sello noir inconfundible apuntan en la misma dirección: una historia narrada con apasionada precisión, ritmo apabullante y esa sucesión de escenas y secuencias que miran al pasado, desde el robo (una excepción informativa) al resto, marcadas por el recuerdo, la evocación, la memoria personal de los personajes. Si Robert Siodmak se mostró poético e implacable, otro cineasta, Don Siegel, con oficio y solidez firmaba otra versión que protagonizaron Lee Marvin y Angie Dickinson, en los años sesenta. No faltan los arquetipos que el filme ayudó a potenciar pero con sentido y lucidez: el de la femme fatale, el del personaje atormentado y la turbación, los duelos de fisicidad y sensualidad de la pareja protagonista, cuya ficción y fricción deja un rastro de chispas negras. A la hondura de sensaciones asfixiantes, a la tensa expresividad emocional y a la poderosa narración con su textura y su atmósfera contribuye esa pura mirada expresionista. Una intriga desmenuzada, muchos interrogantes y una permanente sensación de decadencia y desencanto donde lo luminoso es turbio y tras cada transparencia aflora una obsesiva sombra sobre la condición humana. La referencia de 'Ciudadano Kane' es obvia y lógica.
En la mezcla de pesquisas y reconstrucción, a modo de entrevistas, las zonas de interés oscuras y los enigmas van asomando y desvelándose a través de lo tenebroso. Cada regreso a 'The killers' suele suponer un redescubrimiento garantizado, entre el suspense y la sorpresa, mientras crece esa extrañeza absorbente en torno a la vida y la muerte.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.