Redención a la irlandesa
Cinesa ·
Liam Neeson, un superviviente convertido en un género en sí mismo y el paisaje como escenario moral no bastan para elevar este trasunto de wésternSecciones
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Liam Neeson, un superviviente convertido en un género en sí mismo y el paisaje como escenario moral no bastan para elevar este trasunto de wésternHay varias películas en una dentro de esta ficción de título rimbombante. Insinúa más profundidades y honduras de las que verdaderamente toca. Es película de actor y de paisaje. Y estos dos factores permiten que en lo formal y en lo visual destile dignidad y ... entereza y algún que otro momento de puro cine y sabor clásico. Pero 'En tierra de santos y pecadores' es y no es un thriller sobre el IRA; es y no es un trasunto de wéstern; es y no es un homenaje velado a la etapa irlandesa de lo fordiano; es y no es un esqueje multifuncional y poliédrico de la filmografía de Clint Eastwood.
Año 2023
País Irlanda
Dirección Robert Lorenz
Guion Terry Loane, Mark Michael McNally
Reparto Liam Neeson, Kerry Condon, Jack Gleeson, Ciarán Hinds
Género Thriller
Sin riesgo, los algoritmos como costuras a la intemperie, cosen los bordes y la estampación más vista. Un enésimo retrato de hombre con pasado oscuro, deseoso de apartarse del mundanal ruido. El resto, ya saben, es cuestión de redención. Y cuántas veces hemos visto un argumento así. Vigorosa en la superficie, llevadera sin exigencias, lo que mece esta historia irlandesa hasta las patas es su ADN: mar, pedregal, cerveza, acantilados y esa hermosa extrañeza de vacíos que llaman con naturalidad a la soledad extrema.
Donegal, geografía y lugar en el mundo, arropa desde la hostilidad este thriller con más reflexión, silencios y miradas que acción. El resto lo pone Liam Neeson, hace mucho tiempo un género en sí mismo que ha perfeccionado ese perfil de pistolero melancólico con ganas de enterrar la violencia, o de mercenario sentimental dispuesto a una última misión que permita cicatrizar heridas a costa de generar nuevas y lacerantes lesiones interiores. El problema es que ni el híbrido de género que propone el cineasta de 'Golpe de efecto' ni la capacidad para rezumar esa atmósfera de clasicismo, son suficientes para dotar a esta historia ambientada en la Irlanda de los setenta de un poderoso retrato más allá de las apariencias. Lorenz, una mano derecha de Eastwood desde diversas funciones del oficio, de 'Los puentes de Madison' a 'Deuda de sangre', se limita a exponer los ingredientes esperados: algo de IRA y de ira, un antihéroe, dos o tres mujeres duras y un álbum del imaginario católico irlandés. El pub como 'saloon', los entierros con olor a tierra y Neeson cada vez más Neeson. Cuando mira al enemigo y sostiene una pistola el mundo solo puede temblar. Lo mejor es la pausa de la tensión, el paisaje único empapando la mirada. Un instinto de protección cruza esta ficción amparada en una mirada moral y en una reflexión sentimental que solo tienen raíz sólida en la tierra de los mayores que la inspiran.
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